Un imponente edificio de cristales azules con forma de guitarra eléctrica cambió radicalmente el paisaje en el sur de Florida. Es el casino hotel Hard Rock, propiedad de los indígenas seminolas, la multimillonaria tribu "no conquistada" de Estados Unidos.
Los dólares que ganamos aquí y que generan ingresos hacen la vida un poco más fácil para los miembros de nuestra tribu, explica Marcellus Osceola, presidente del consejo tribal de los seminolas de Florida.
La mayoría, de los cerca de cuatro mil 200 miembros,. de la tribu vive en un puñado de reservas repartidas por el sur de Florida.
El Seminole Hard Rock Hotel & Casino de Hollywood de mil 500 millones de dólares se inauguró el jueves, no la meca del cine sino una ciudad homónima a 30 kilómetros al norte de Miami.
Al mejor estilo Las Vegas, el resort tiene una sala de espectáculos con siete mil butacas, mil 200 habitaciones, más de tres mil máquinas tragamonedas y mesas de juegos, además de varias piscinas y una laguna artificial, todo decorado con motivos indígenas y rockeros.
La tribu seminola de Florida fue la primera en incursionar en la industria del juego cuando abrió en 1979 un bingo en Hollywood. Luego de una serie de recursos judiciales, los seminolas y otras tribus ganaron en 1988 el derecho de gestionar casinos en Estados Unidos.
Sus finanzas se catapultaron hace 12 años, cuando adquirieron Hard Rock International por 965 millones de dólares. Ahora tienen decenas de cafés, hoteles y casinos de esta marca en todo el mundo.
"El negocio general de Hard Rock, a nivel mundial, excede los seis mil millones de dólares en ingresos en 75 países", de acuerdo con Jim Allen, el presidente de Hard Rock Internacional.
Todo el que tenga al menos 25 por ciento de sangre seminola recibe una parte de las ganancias.
Autoridades y portavoces de la tribu no quisieron informar el monto, pero según una nota de la revista Forbes de 2016, cada miembro obtiene 128 mil dólares anuales desde el momento en que nace. Para cuando cumplen 18, ya son millonarios.
Pero algunos dudan de los beneficios de esta riqueza. Cien kilómetros al oeste, tierra adentro y en un entorno mucho menos urbano, está la reserva de Big Cypress.
Es un pequeño pueblo con unos 600 habitantes cerca de los humedales Everglades, el hábitat favorito de los caimanes.
Allí, en el museo Ah-Tah-Thi-Ki, trabaja Daniel Tommie, un seminola de 57 años, plantea sus dudas. "En lo financiero estamos desbocados y tenemos que bajar el ritmo, recuperar el aliento y preguntarnos qué está pasando aquí".
A mediados del siglo XIX, indígenas de varias tribus se refugiaron en los Everglades de Florida, un humedal tan inhóspito que los mantuvo relativamente a salvo de las incursiones de los colonos blancos.
Los nativos apoyaron y alojaron a los esclavos africanos que escapaban de las plantaciones de Florida y los estados vecinos. Estos refugiados dieron origen a una descendencia de "negros seminolas" que batallaron ferozmente junto a los indígenas por su libertad.
Desde su trinchera en los Everglades, los seminolas sobrevivieron tres guerras y nunca firmaron un tratado de paz con el gobierno de Estados Unidos. Por esto, hoy se identifican como la única tribu "no conquistada" del país.
"Por esto pienso que lo importante es disfrutar este éxito financiero recordando quiénes somos", dice Daniel Tommie. "Porque si perdemos nuestro rumbo, no sé qué pasará".