BUENOS AIRES. Argentina impuso un estricto control del mercado de cambios para preservar las alicaídas reservas internacionales, al día siguiente de las presidenciales que ganó el peronista Alberto Fernández, en un país sumido en una grave crisis económica y turbulencias financieras.
Los mercados financieros operaron erráticos ayer tras la victoria de la centroizquierda peronista, alimentados por un cóctel mixto de esperanzas de una transición ordenada pero también de incertidumbre sobre las futuras políticas del nuevo gobierno.
El Banco Central redujo durante el día de 10 mil a 200 dólares mensuales el monto máximo que pueden comprar las personas para atesoramiento.
La medida se tomó para “preservar las reservas durante este periodo de transición hasta tanto el nuevo gobierno defina su política económica y se disipe la incertidumbre”, explicó el presidente del Banco Central, Guido Sandleris.
“Es un esquema para la transición, no es permanente”, insistió luego el ministro de Economía, Hernán Lacunza.
El control de cambios fue una de las medidas más resistidas por Macri y de las que más enojo causan a la clase media argentina, habituada a ahorrar en dólares para protegerse de la alta inflación y las sucesivas devaluaciones.
La Bolsa de Buenos Aires se contrajo un 3.90%, tras abrir con un alza del 6.21%. El tipo de cambio cerró en 63.45 (+2.38% con respecto al viernes).
“Los tiempos que vienen no son fáciles”, anticipó Fernández el domingo, al anunciar un encuentro con Macri en la sede gubernamental, adonde estuvo este lunes sin hacer declaraciones.
Fernández, un abogado de 60 años que postuló en fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), ganó con 48.1% de los votos frente al liberal Macri (40.3%). En los comicios se renovó también la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
La coalición de Fernández, Frente de Todos, sumó mayoría en el Senado, pero no le alcanzó para controlar Diputados. Con casi todos los votos del domingo escrutados, el Frente de Todos obtuvo 65 bancas de diputados. Totalizará 108 escaños propios y puede llegar a 129 con aliados, el número necesario para el cuórum.
Juntos por el Cambio, la alianza de Macri, logró 56 bancas en diputados y totalizará 119, según las proyecciones.
En el Senado, el Frente de Todos amplió sus bancas a 38 lo que le permitirá tener cuórum propio, mientras que la fuerza de Macri sumó tres y quedó con 28.
El peronismo domina 15 de las 24 provincias, Juntos por el Cambio 4 y otras 4 son sujetas a eventuales alianzas. Falta definir la gobernación de Salta (norte) el 10 de noviembre.
En tanto, el exministro de Economía durante la presidencia de Cristina Fernández y candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof, logró una arrasadora victoria en la provincia de Buenos Aires y será gobernador del espacio con mayor poder territorial en Argentina.
El domingo, durante la celebración del Frente, Kicillof tuvo un exabrupto en su turno para hablar ante los simpatizantes peronistas, al decirle “presidenta” a Cristina Fernández, lo que provocó críticas y suspicacias en las redes sociales sobre quién será la verdadera cabeza al frente del país.
El nuevo presidente asumirá en medio de una recesión económica, con alta inflación (37.7% hasta septiembre) y aumento de la pobreza (35.4%).