ROMA. La mafia italiana ya es menos violenta, con interés por el mundo tecnológico y enfocada en expandirse por México y otros países de Latinoamérica, según el último informe semestral de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA), que subraya el contexto cambiante del crimen organizado.
La autoridad italiana destaca que los clanes mafiosos continúan un “incesante proceso de adaptación” a los nuevos contextos, con estrategias de inversión cada vez más avanzadas y aprovechando incluso recursos públicos como los fondos europeos.
“La criminalidad organizada italiana ha sabido aprovechar las ventajas que ofrece la globalización, con estructuras organizativas flexibles que permiten intercambios e inversiones internacionales y que han confirmado su posición de protagonista en el panorama delincuente planetario”, se indica en el informe sobre el último semestre de 2022.
En ese escenario global, la autoridad antimafia pone el foco en el interés que los grupos criminales por expandirse en los países latinoamericanos, mencionando específicamente México, Colombia, Brasil, Perú, Argentina, y Ecuador.
“Los grandes países de Latinoamérica figuran desde hace tiempo entre las áreas de mayor interés para las mafias italianas, en virtud de sus contactos con los carteles locales del narcotráfico”, subrayó.
Los puertos de México y Colombia concentran el tráfico internacional de cocaína, un foco que se busca para alimentar los ingresos económicos de los grupos organizados, especialmente de la 'Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa, que ha expandido su base de operaciones a países africanos como Ghana, Guinea- Bisáu y Costa de Marfil.
Asimismo, el informe destaca que las recientes redadas contra el narcotráfico también han identificado infiltraciones de la mafia italiana en Estados Unidos y Canadá, además de países europeos como España, Francia y Reino Unido.
A esta “deslocalización” de su actividad ha contribuido su uso sofisticado de las últimas tecnologías de encriptación, mensajería e incluso “publicidad en mercados ilegales y desinformación en internet con fines lucrativos”.
Junto a las actividades “tradicionales”, como el tráfico de drogas, la prostitución o el trabajo clandestino, la investigación alerta de que “existen zonas ilícitas cada vez más extendidas que causan menos alarma y desaprobación social, pero que generan enormes beneficios al comprometer la dinámica normal del mercado”.
Un ejemplo es el interés de la mafia por el metaverso, un negocio tecnológico en fase de desarrollo, las criptomonedas y los objetos virtuales NFT.
La DIA subraya que es necesario “aumentar las capacidades de penetración en general en la red y en otros sectores menos conocidos del mundo digital, porque las mafias son capaces de regenerarse continuamente y tienen la las más altas tecnologías y técnicos a su disposición”.
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Entre los grupos criminales que la mafia italiana cuenta como preferentes destacan las organizaciones albanesas, nigerianas, rumanas y sudamericanas, además de clanes de origen chino infiltrados en Italia.