Hong Kong.- Hong Kong se envolvió este domingo en un mar de banderas estadounidenses, ya que cientos de miles de personas participaron en un mitin masivo en el que reclamaron al Congreso del país norteamericano y a su presidente Donald Trump, que apruebe una ley que defendería la autonomía de esta ciudad china.
Una multitud de manifestantes se congregaron alrededor de las 13.00 hora local (05.00 GMT) en el parque Chater en la zona financiera de Central, lugar donde se han celebrado muchos otros eventos antigubernamentales en los últimos dos meses.
Tras ello, marcharon colina arriba para entregar peticiones al Consulado General de Estados Unidos en Hong Kong.
Entonando en ocasiones el himno nacional estadounidense, los manifestantes, que caminaron varios kilómetros en el distrito financiero central de esta ciudad financiera, gritaban eslóganes como "Liberad Hong Kong, resistid contra Pekín" o "Aprobad el Acta", en referencia al Acta de Derechos Humanos y Democracia en Hong Kong.
Este texto fue recientemente propuesto por algunos legisladores estadounidenses, ya que Hong Kong se encuentra inmersa en su peor crisis política en décadas.
Poco antes de las 15.00 hora local (07.00 GMT), representantes del Comité Organizador de Encuentros para Rezar, que ayudó a organizar la protesta, entregaron cartas con peticiones a un empleado consular estadounidense en una calle cercana al complejo.
Junto a él y delante de un numeroso gentío, un representante enmascarado aseguró: "Celebramos las medidas punitivas contra los funcionarios de Hong Kong (y de China) que repriman los derechos humanos de los hongkoneses. Los hongkoneses están sufriendo mucho por culpa del malvado Gobierno de Hong Kong y el estado policial bajo la más cruel dictadura de la historia, el Partido Comunista (de China)".
"Deseamos autonomía y democracia -añadió-. Compartimos los mismos valores de libertad y derechos humanos que los Estados Unidos... por favor, liberad a Hong Kong. Estaremos agradecidos si podéis enviar este mensaje a vuestros compañeros en Washington".
Este fue el primer acto masivo para pedir ayuda a Estados Unidos desde que comenzó el movimiento de protesta antigubernamental en Hong Kong, a principios de junio, y se produjo un día antes de que el Congreso estadounidense retome su actividad tras el parón veraniego.
Los manifestantes hongkoneses esperan que los legisladores estadounidenses aprueben la citada Acta, que exige a Washington certificar de forma anual si Hong Kong sigue siendo autónoma del resto de China. En caso de que no fuera así, la ciudad perdería algunos privilegios comerciales con Estados Unidos de los que no disfruta el gigante asiático.
Otra parte importante de la propuesta es la posibilidad de congelar los activos en Estados Unidos de los cargos gubernamentales hongkoneses que repriman la democracia, los derechos humanos o las libertades de los ciudadanos, o incluso prohibirles la entrada al país.
Esta ley bipartita fue propuesta por primera vez en 2015 y retomada el pasado 13 de junio por políticos como el senador republicano Marco Rubio o el congresista demócrata Jim McGovern para reafirmar que Estados Unidos continúa "comprometido con la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho en un momento en el que esas libertades y la autonomía de Hong Kong están siendo erosionadas".
Esta acción se produjo poco después de que un millón de hongkoneses tomaran las calles el 9 de junio, en la primera protesta masiva del actual movimiento antigubernamental, que rechazaba un polémico proyecto de ley que permitiría la extradición desde Hong Kong a otras jurisdicciones sin acuerdo previo, como la China continental.
Ahora, el movimiento ha alcanzado su decimocuarto fin de semana consecutivo de protestas.
Aunque ver tantas banderas estadounidenses puede ser extraño en esta ciudad semiautónoma china que regresó a manos chinas en 1997 tras siglo y medio de dominación colonial británica, uno de los manifestantes que las agitaban en la marcha de hoy, que se identificó como Warren, dijo que pedir ayuda a Washington era un medio para conseguir el fin.
"Los hongkoneses no tenemos armas. No tenemos formas de derrotar (al Partido Comunista de China) sin recibir apoyo de una gran potencia como Estados Unidos", explicó a Efe este trabajador del sector educativo de 30 años.
"Hong Kong todavía es una economía libre y un centro financiero. Todavía tiene valor para Estados Unidos, por ahora. Estados Unidos podría estar utilizando a Hong Kong simplemente como una herramienta contra China, pero lo que importa más es cómo termine todo", apuntó.
Desde que la iniciativa bipartita estadounidense fue anunciada, Hong Kong parece haberse convertido en un punto de preocupación para cada vez más políticos de ese país, incluido su presidente, Donald Trump.
En unas declaraciones el pasado 18 de agosto, en un momento en el que crecían los temores de que Pekín actuase con mano dura contra los manifestantes hongkoneses, el mandatario estadounidense dijo: "Creo que sería muy difícil solucionarlo si recurren a la violencia, quiero decir, si hay otra Plaza de Tiananmen", en referencia a la masacre de junio de 1989 en la citada plaza pequinesa.
A principios de agosto, la presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, emitió un comunicado en el que elogiaba a los hongkoneses por su "coraje extremo", y prometió hacer todo lo posible para avanzar en el Acta cuando la institución volviese a reunirse.
Ayer, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, reclamó a China que se contenga en Hong Kong: "Obviamente, reclamamos contención y no actuar, así como sentarse y negociar con los manifestantes para resolver las diferencias".
Mientras tanto, agentes antidisturbios fueron desplegados hoy en la estación de metro de Central y, según medios locales, dispararon balas de goma contra algunas personas dentro de las instalaciones y detuvieron a varios manifestantes.
Alrededor de las 17.00 hora local (09.00 GMT), algunos manifestantes habían levantado barricadas en una calle principal de la zona.