La periodista filipina Maria Ressa, declarada culpable en un dudoso caso de ciberdifamación por el que se enfrenta hasta a seis años de prisión, aseguró hoy que "la decisión es devastadora" y que sienta un mal precedente para la libertad de prensa en Filipinas.
"Seguiremos luchando. El veredicto es un golpe para nosotros, aunque no es del todo inesperado", dijo Ressa en una improvisada rueda de prensa a la salida del tribunal tras la lectura de la sentencia.
Ressa, nombrada persona del año por la revista Time en 2018, dirige desde 2012 el portal Rappler, medio que ha destapado varios escándalos que atañen al presidente Rodrigo Duterte y fue pionero en denunciar los abusos de su polémica guerra contra las drogas.
Según Ressa, se trata de un caso de "justicia selectiva" que busca castigarla por el periodismo crítico de Rappler que ha molestado a Duterte, y servir como ejemplo amenazante al resto de medios en Filipinas.
Necesitamos contraatacar y proteger nuestros derechos
La periodista, que tiene otra decena de casos pendientes con la justicia, se enfrenta junto al reportero Reynaldo Santos- también condenado hoy- a un pena de entre 6 meses y 6 años de prisión por este caso, aunque todavía no entrara en prisión porque pagó una fianza y porque la sentencia es todavía recurrible.
"La libertad de prensa es la base de todos los derechos que tenemos como filipinos", recordó Ressa, que hizo un llamamiento a la ciudadanía a no ceder voluntariamente es sus derechos y libertades reconocidas en la Constitución.
"Nosotros hemos sido la advertencia, el objetivo es amedrentarnos a todos. Pero no tengamos miedo", instó Ressa, que en el pasado fue corresponsal en Sudeste Asiático de CNN y directora de informativos de ABS-CBN, mayor medio de Filipinas.
La periodista fue detenida el 13 de febrero de 2019 por este caso, aunque fue liberada con el pago de la fianza, tras ser acusada de ciberdifamación por un artículo que Rappler publicó en mayo de 2012 en el que se relacionaba al empresario Wilfredo Keng, el demandante, con el tráfico de drogas.
El caso de ciberdifamación se remota a febrero de 2019, cuando el Departamento de Justicia presentó cargos contra Ressa y Reynaldo Santos, autor del reportaje, así como contra Rappler como corporación, al aceptar una demanda interpuesta por Keng en octubre de 2017, cinco años después de la publicación del artículo.