La destrucción parcial de una gran represa en una zona del sur de Ucrania controlada por Rusia provocó el martes evacuaciones en las poblaciones cercanas bajo riesgo de inundación y un cruce de acusaciones entre ambos países en guerra.
Moscú y Kiev se culparon mutuamente de ser responsables de la enorme brecha abierta en la represa de Kajovka, en la región de Jersón (sur).
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Los habitantes de la vecina ciudad del mismo nombre se dirigían a zonas elevadas a medida que subía el nivel del río Dniéper, contenido por la represa y una central hidroeléctrica.
"Hay disparos y ahora inundaciones", dijo Liudmila, que cargó una lavadora en un carro enganchado a un viejo coche soviético.
Vladimir Leontiev, el alcalde ruso de la ciudad de Nova Kajovka (Novaya Kajovka para los rusos), donde se encuentra la represa, dijo que los residentes de "unas 300 casas" habían sido evacuados.
Por su lado, en la parte de la región de Jersón ocupada por Rusia, las autoridades declararon que "no había amenaza" de que se inunden los principales núcleos de población, pero afirmaron que más de 22 mil personas corren peligro.
La represa de Kajovka y su central hidroeléctrica fueron tomadas por Rusia en las primeras horas del conflicto que empezó el año pasado.
"Crimen de guerra"
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, convocó una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional por lo que calificó de "ataque terrorista" y su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Las potencias occidentales también culparon a Rusia de los daños en la represa de Kajovka, y el jefe de la Unión Europea (UE) , Charles Michel, lo calificó de "crimen de guerra".
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la destrucción es "escandalosa" y "pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños medioambientales".
Rusia, sin embargo, aseguró que la represa fue parcialmente destruida por "múltiples ataques" procedentes de las fuerzas ucranianas.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la destrucción fue el resultado de un "sabotaje deliberado de la parte ucraniana".
La represa, construida en la era soviética, se asienta sobre el río Dniéper, que suministra agua de refrigeración a la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia. La inundación reavivó los temores por la seguridad de esta central, bajo control ruso, situada a unos 150 kilómetros de la represa.
Rusia y Ucrania ofrecieron versiones contradictorias sobre la seguridad de la instalación.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU dijo que sus expertos "siguen de cerca la situación" pero que "no hay riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la planta".
En el mismo sentido, el director de la planta instalado en Rusia, Yuri Chernichuk, dijo que "por el momento, no hay ninguna amenaza para la seguridad".
Según Chernichuk el sistema de refrigeración por agua no está en contacto directo con el entorno exterior y puede rellenarse a partir de fuentes alternativas.
Peligro
Ucrania, que en 1986 sufrió la devastadora catástrofe nuclear de Chernóbil, dio la voz de alarma.
"El mundo se encuentra de nuevo al borde de una catástrofe nuclear, porque la central nuclear de Zaporiyia perdió su fuente de refrigeración. Y este peligro crece ahora rápidamente", declaró el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
En el mismo sentido el operador nuclear ucraniano, Energoatom, dijo que el nivel de agua de la represa de Kajovka está "disminuyendo rápidamente, lo que supone una amenaza adicional para la central nuclear de Zaporiyia, ocupada temporalmente".
La destrucción parcial de la represa se produce en medio de crecientes especulaciones sobre una inminente contraofensiva de Ucrania, que no ha dado información.
El lunes, el presidente Zelenski elogió a sus tropas por los avances reivindicados cerca de la devastada ciudad de Bajmut, mientras que Rusia dijo que había repelido un ataque a gran escala.
En octubre Ucrania ya acusó a Rusia de minar la represa mientras se libraban combates en sus inmediaciones, cuando tenía lugar la última gran ofensiva de las fuerzas ucranianas, algo que Moscú niega.
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La represa de Kajovka, construida en la década de 1950, en plena la época soviética, tiene un valor estratégico ya que suministra agua al Canal de Crimea del Norte, que nace en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea, bajo control ruso desde 2014.
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