La epidemia de macronitis aguda que padece Francia desde hacealgo más de un mes desbordó ahora los límites electorales ypolíticos, y comienza a extenderse al sectoreconómico-financiero.
El síntoma más claro de ese fenómeno es la desaparición delllamado “riesgo Francia” que tuvo un fuerte efectotranquilizador en el mercado de capitales. El spread que mide eldiferencial entre las obligaciones de Francia y Alemania a 10 añosretrocedió ayer a menos de 35 puntos, lo que representa su nivelnormal.
La brecha no había cesado de crecer desde noviembre de 2016debido a los temores suscitados por la hipótesis de la llegada alpoder del Frente Nacional (FN) de extrema derecha en las eleccionespresidenciales. Debido a esa presión -más psicológica que real-,el spread alcanzó un diferencial máximo de 84 puntos en febrerocuando se hicieron más fuertes de un Frexit, es decir, una salidade Francia de la Unión Europea (UE) y el abandono del euro, comoamenazaba la líder del FN, Marine Le Pen.
Los inversores habían suspirado con alivio el 7 de mayo con lavictoria de Emmanuel Macron en la elección presidencial y laconsecuente derrota de Marine Le Pen. Ese gesto de tranquilidad setransformó en un clamor de entusiasmo el domingo pasado, cuando seconocieron los resultados de la primera vuelta de la elecciónlegislativa, que predicen una mayoría arrolladora del partido LaRepública en Marcha (LREM) en el Parlamento. Entusiasmados con esaacumulación, que le acuerda los medios para aplicar el programa dereformas que prometió durante la campaña, los inversoresjaponeses comenzaron el lunes a interesarse nuevamente en lostítulos soberanos emitidos por Francia. Los japoneses, que tienenla reputación de ser extremadamente prudentes o desconfiados-según como se mire- se habían desprendido de las emisionesfrancesas hace varios meses.
El mercado de capitales y la bolsa también fueron sensibles alimpacto de dos indicadores económicos importantes.
Por un lado, el instituto estadístico francés INSEE anuncióayer la creación de 284 mil 100 empleos durante los últimos 12meses. Aunque el mérito no le corresponde a Macron, que reciénllegó al poder hace cinco semanas, esas cifras traducen laexistencia de una fuerte reactivación.
“El crecimiento está en fuerte reactivación”, sostuvo elviernes el Banco Central en su último informe de coyuntura. Hastaahora, las previsiones anticipaban un crecimiento de 1.3% para2017, pero ahora calculan que será de 1.4% en 2017 y de 1.6% en2018 y 2019. En vista de los nuevos indicadores, el ministerio deEconomía no descarta que la cifra para este año “pueda serincluso superior” a 1.4%.
Otros dos factores que contribuyeron a reducir las tensiones enlos mercados fue el repliegue que experimentaron los partidospopulistas en Europa durante los últimos meses, primero en Austriael 4 de diciembre pasado, luego en Holanda en marzo, en mayo enFrancia y este último fin de semana en Italia, donde el líder delMovimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo sufrió un severo revéselectoral.
Los expertos creen que esta calma relativa persistirá por lomenos hasta las elecciones legislativas del 24 de septiembre enAlemania.
Una vez terminada esa secuencia, todo dependerá de los primerosresultados que arrojen las negociaciones sobre el Brexit entre laUnión Europea (UE) y Gran Bretaña y la sensación de estabilidadque pueda inspirar la zona euro bajo el “doble comando” deEmmanuel Macron y Ángela Merkel.