El gobierno de Estados Unidos negocia un acuerdo con México que permita deportaciones masivas de no mexicanos, sobre todo centroamericanos, haitianos y cubanos, a través de la frontera por primera vez, informó The Washington Post.
Según el diario, funcionarios estadounidenses y mexicanos dijeron que los dos países no han llegado a un acuerdo sobre las deportaciones, pero el plan en discusión reforzaría las medidas que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunciará la próxima semana para penalizar las solicitudes de asilo de las personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos o no solicitan protección en las naciones por las que transitan en el camino a la frontera de EU.
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Doris Meissner, la principal funcionaria de inmigración de Estados Unidos durante el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), dijo que no conocía ningún precedente de deportaciones masivas de no mexicanos a México. Ella dijo que las medidas podrían ser un "cambio de juego".
Las deportaciones se llevarían a cabo mediante el proceso acelerado conocido como “expulsión acelerada”, según las Notificaciones del Registro Federal y funcionarios entrevistados por el Post, y se limitarían a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
Los funcionarios del DHS dijeron que su colaboración con México “es consistente con la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección firmada por Estados Unidos en 2022, cuando 21 países del Hemisferio Occidental se comprometieron a ampliar la cooperación y tomar medidas enérgicas contra el contrabando”.
Miles de personas continúan llegando a la frontera sur de Estados Unidos y se amontonan los procesos legales que defienden el fin de esta medida una vez ha concluido la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Hasta ahora el gobierno de Joe Biden ha recurrido para limitar esas llegadas al Título 42, una orden decretada por Donald Trump que se amparaba en la crisis de la pandemia para cerrar el paso a miles de personas.
Hasta ahora México ha estado recibiendo a migrantes no mexicanos en base a este Título 42 y anteriormente por la medida conocida como 'Permanece en México', que la Administración Biden derogó, pero que tuvo que activar en una ocasión tras un fallo judicial después de las maniobras republicanas.
Sin embargo, estaría sería la primera vez que México aceptaría recibir deportaciones a gran escala de ciudadanos de terceros países.
A pesar de estas afirmaciones, otra tercera fuente del Departamento de Seguridad aseguró a la cadena de noticias CNN que no están valorando deportar masivamente a no mexicanos a México y que el objetivo es "seguir trabajando de cerca" con las autoridades de ese país para poner en marcha su "exitoso plan fronterizo".
Sobre el tema, Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó en un comunicado que “hay conversaciones en curso sobre los diferentes escenarios dado el cambiante panorama legal, político y de movilidad humana”.
“Hasta el momento, no hay decisiones sobre los próximos pasos para nuestra cooperación migratoria”, añadió.
Velasco dijo que México priorizaría “abrir nuevas vías seguras, legales y ordenadas para los migrantes y abordar las causas profundas de la migración”.
Washington ha utilizado el llamado Título 42 para enviar a México sobre todo a ciudadanos cubanos, nicaragüenses y venezolanos, puesto que la legislación estadounidense restringe en gran medida la deportación de aquellos con estas nacionalidades debido a las tensiones diplomáticas con estos países.
En paralelo, Estados Unidos puso en marcha un procedimiento para que las personas de estos tres países más Haití pudieran desde su lugar de origen solicitar de manera legal su entrada. Una medida que si bien fue bien recibida por los grupos de defensa de los derechos de los migrantes, también se le cuestionó las trabas administrativas que traía consigo.
|| Con información de Europa Press ||