BOGOTÁ. El erotismo y el sexo en línea ya no bastan. En el confinamiento por la pandemia, las "webcamers" colombianas ahora pasan más tiempo escuchando y ofreciendo consejos de todo tipo a clientes que no saben cómo lidiar con el encierro.
La demanda de sus servicios no sólo ha aumentado 30 por ciento, según empresarios, sino que también se ha diversificado por el nuevo coronavirus.
Ahora "somos como las psicólogas para los usuarios", dice una modelo webcam de 26 años, que en este negocio se hace llamar Ángela Cianuro.
El padecimiento "es un tema de conversación y de preocupación para muchos, y nosotros pues tratamos de ayudarlos", asegura esta mujer tatuada y de cabello lila. "Si bien ofreces algo erótico, también ofreces compañía, una sonrisa, calidez".
Con casi la mitad de la humanidad en cuarentena por un virus que ya superó 167 mil muertos, muchas trabajadoras de este sector escapan, de momento, al desplome de la economía global.
Confinada en su apartamento en Bogotá, Cianuro se enorgullece de usar su empatía para aconsejar a internautas desempleados, solitarios y preocupados.
Cianuro ofrece shows eróticos virtuales durante seis o siete horas diarias, pero la rutina ha cambiado: ahora una sesión suya lleva ejercicios físicos, recomendaciones de dietas y consejos económicos.
VISITAS DISPARADAS
Christophe Soret vocero de CAM4 en Francia, una de las páginas más frecuentadas del sector, asegura que el número de usuarios mundiales subió 33 por ciento en el último mes, con un promedio de 18.5 millones de visitas diarias.
Sólo los bailes eróticos privados tuvieron un alza de 15 por ciento.
El aumento "sólo puede deberse a los confinamientos, porque no habíamos visto una progresión así en años", apunta.
Con 40 mil modelos webcam -de 150 mil que hay en el mundo, donde 90 por ciento son mujeres-, Colombia podría sacar provecho a "esta ventana de oportunidad siniestra", estima Juan Bustos, empresario de la industria de entretenimiento para adultos.
Para Rebecca Stonee, en Medellín, más actividad no ha representado un incremento automático de ingresos. Muchos nuevos usuarios son sobre todo voyeristas, que evitan gastar en estos lujos en medio de la crisis.
Para seguir trabajando durante el aislamiento, que en Colombia regirá en principio hasta el 27 de abril, algunas modelos optaron por encerrarse en sus estudios.
Ana Taylor, de cabello escarlata, solía atender a sus clientes en un call-center y ahora convive con cuatro compañeras en un edificio en el centro de Bogotá.