WASHINGTON. El fallecimiento de la jueza del Tribunal Supremo de EU, Ruth Bader Ginsburg ha impactado de lleno en la campaña electoral de cara a los comicios del próximo 3 de noviembre y el presidente del país, Donald Trump, instó a que se cubra su vacante "sin demora".
Dirigiéndose al Partido Republicano, Trump escribió en Twitter: "Se nos ha puesto en una posición de poder e importancia para tomar decisiones por la gente que nos eligió con orgullo, de las que la más importante ha sido considerada durante largo tiempo la selección de los jueces del Tribunal Supremo de EU ¡Tenemos esta obligación, sin demora!"
La muerte de Ginsburg a los 87 años ha desatado un pulso entre republicanos y demócratas sobre la búsqueda de un sustituto, un asunto que cambiará radicalmente la dinámica de la campaña para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, que hasta ahora se había centrado, sobre todo, en la gestión de pandemia del coronavirus, la situación de la economía y las protestas raciales.
DECISIÓN CLAVE
El Tribunal Supremo de EU está compuesto por nueve magistrados con puestos vitalicios que tienen el poder de cambiar las leyes del país durante décadas y, con Ginsburg, había cuatro jueces progresistas frente a cinco conservadores.
La corte juega un papel crucial en temas como el aborto, los derechos de los migrantes, la privacidad, la pena de muerte y la tenencia de armas, que ahora podrían pasar a primera plana del debate electoral. Para la derecha cristiana, el Tribunal Supremo es un asunto central y, por eso, este mismo mes, Trump renovó su promesa de nombrar a jueces que se opongan al aborto y prometan proteger el derecho a portar armas.
El experto en estudios constitucionales del conservador Instituto Cato Ilya Shapiro explicó que la corte "juega un papel enorme en la vida política de EU porque el poder se ha centralizado en Washington y después se ha inclinado hacia el poder ejecutivo, con demasiados conflictos que deben resolverse por el poder judicial en vez del Congreso".
PROMETEN VOTO
Poco después del anuncio de la muerte de Ginsburg, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, publicó un comunicado en el que se comprometió a someter a voto al candidato que Trump seleccione para el Tribunal Supremo.
Para refrendar a un nuevo juez, Mc-Connell necesita una mayoría simple, algo que podría conseguir si 53 de los 100 senadores republicanos se mantienen fieles a Trump. No obstante, el proceso de confirmación podría complicarse si hay deserciones entre los senadores republicanos más moderados.
Por su parte, el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, consideró que el presidente de EU que salga elegido en las urnas el 3 de noviembre debería ser quien elija a un sustituto para Ginsburg.
Trump podría realizar la tercera nominación a la Corte en lo que va de su mandato inclinando hacia aún más la derecha a la mayor instancia judicial del país. Anteriormente había presentado una lista de posibles sucesores de Ginsburg., ya que desde meses atrás presentaba problemas de salud.
El la lista resaltan figuras como Amy Coney Barrett, defensora de religión, o Joan Larsen, un pilar conservador. Más tarde Trump anunció que propondrá a una mujer para ocupar el cargo.
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