Las muertes por Covid-19 en todo el mundo alcanzaron este viernes los dos millones, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Según dicha recopilación de datos, el número de fallecidos por coronavirus se situó en 2.002.468, mientras que el de casos confirmados está en 93.518.182, con Estados Unidos como el país más golpeado, con 390 mil 195 fallecidos.
Europa, con 650 mil 560 muertos, es la región más afectada, por delante de América Latina/Caribe (542 mil 410) y Estados Unidos/Canadá (407 mil 90).
Los países con mayor número de fallecimientos por el Covid-19 son Estados Unidos (389 mil 581), Brasil (207 mil 095), India (151 mil 918), México (137 mil 916), Reino Unido (87.295) e Italia (81.325). Estos seis países suman más de la mitad de las víctimas mortales en todo el mundo.
ONU critica falta de solidaridad
Al respecto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó como "un hito desgarrador" el anuncio de que la pandemia de covid-19 ha dejado más de 2 millones de muertos, lamentando el "fracaso de la solidaridad" frente a la vacunación.
"Hoy estamos viendo una brecha de vacunas", expresó en un comunicado. "Las vacunas están llegando rápidamente a los países de ingresos altos, mientras que los más pobres del mundo no tienen ninguna. Es un éxito para la ciencia, pero un fracaso para la solidaridad", dijo.
Sin identificarlos, criticó que "ciertos países están buscando acuerdos paralelos, incluso comprando más allá de las necesidades".
"Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a sus poblaciones, pero el 'vacunacionalismo' es contraproducente y retrasará la recuperación global", advirtió. "No le ganaremos al Covid-19 si cada país actúa por su cuenta".
Según él, se debe dar prioridad a quienes están "en primera línea: el personal humanitario y poblaciones en alto riesgo".
Durante una rueda de prensa, el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Volkan Bozkir, anunció que tanto Guterres como él serían vacunados muy pronto, la semana próxima y el 2 de febrero, respectivamente.
Esto no porque reciban privilegios, aclaró Bozkir, sino debido a que ambos tienen una edad superior a los 65 años, lo que hace que entren en una categoría vacunable en Nueva York.
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