MANAGUA. Nicaragua amaneció en paro nacional, en protesta contra el presidente Daniel Ortega, a quien la oposición le exige que libere a los "presos políticos" y respete los derechos humanos.
A pesar de que el Gobierno amenazó con tomar medidas contra los negocios que se sumaran al paro nacional de actividades, el cierre de establecimientos fue notorio, aunque no total, en las primeras horas del día.
La mayoría de negocios que pudieron observarse cerrados temprano por la mañana eran las grandes y medianas empresas, por el contrario, la mayor parte de los que abrieron sus puertas fueron los pequeños comerciantes.
En Managua la hora pico pareció no existir, ya que las calles estuvieron despejadas, el Mercado Oriental, el más extenso de Centroamérica, mostró un movimiento sensiblemente menor después del amanecer, al punto que algunas de sus calles internas fueron perfectamente transitables en automóvil, lo que no es posible prácticamente en ninguna época del año.
Las terminales de autobuses que van para los departamentos (provincias) se notaron vacías, al igual que los autobuses, tanto los interdepartamentales como los urbanos, y los taxis apenas mostraban pasajeros, pese a que sus dueños anunciaron que trabajarían normal.
El ambiente, que en Nicaragua se mantiene tenso desde el estallido social contra Ortega en abril de 2018, no fue diferente con las calles vacías, ya que la Policía Nacional realizó patrullajes que la oposición ha identificado como "asedio" contra la población, especialmente luego de que la Unidad Nacional Azul y Blanco reportó que al menos 5 personas fueron capturadas anoche.
El paro nacional, por 24 horas, fue llamada por la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, luego de que un "preso político" murió en una cárcel al recibir un disparo de un custodio en circunstancias no claras, en reclamo porque el Gobierno de Ortega no cumple con sus compromisos firmados en una mesa de negociaciones, entre ellos la libertad de los reos .
Por su parte, el gobierno de Nicaragua exigió a los opositores la "no repetición" de protestas masivas contra Ortega en 2018, que a su juicio fueron un "intento fallido de golpe de Estado", un día después de que prometió "libertad definitiva" para todos los "presos políticos".
"Todas las personas involucradas en el intento fallido de golpe de Estado, deberán comprometerse a la no repetición", indicó el Gobierno, en una ampliación de su programa "para consolidar estabilidad y paz en Nicaragua", divulgado el miércoles.