Nissan presentó una denuncia el miércoles ante un tribunal civil japonés para exigir 10 mil millones de yenes (90 millones de dólares) a su exjefe Carlos Ghosn, quien a su vez ha denunciado al constructor por un despido improcedente.
El grupo japonés explica en un comunicado que esta denuncia quiere recuperar una "parte significativa" de los daños provocados por Ghosn durante años de "conducta inapropiada y actividades fraudulentas".
El monto debería compensar los gastos que Nissan asegura haber tenido por las "prácticas corruptas" de su antiguo presidente, acusado de usar residencias de la compañía en el extranjero sin pagar alquiler, utilizar jets con fines privados o haber hecho pagos a su hermana mayor por trabajos ficticios.
Los 90 millones de dólares incluyen también el coste de una investigación interna contra Ghosn, así como los gastos de varios procesos judiciales en curso de Nissan en Japón, Estados Unidos y Holanda.
Nissan indicó que la suma que reclama podría aumentar porque el grupo podría él mismo tener que pagar sanciones financieras.
En diciembre el fabricante de automóviles aceptó pagar una multa de 2 mil 400 millones de yenes (casi 20 millones de euros) a la agencia japonesa de servicios financieros (FSA) por haber disimulado ciertos pagos a Carlos Ghosn en sus informes anuales.
El exmagnate huyó de Japón a Líbano en diciembre, violando las condiciones de su libertad condicional en Japón, y dejó a uno de sus colaboradores, el estadounidense Greg Kelly, solo frente a la justicia japonesa.
Ghosn reclama por su parte ante la justicia holandesa 15 millones de euros de indemnizaciones por parte de Nissan y Mitsubishi Motors por despido improcedente.