Ha tenido cáncer de mama dos veces y un sarcoma, por lo que la comisaria de Sanidad de la Unión Europea, Stella Kyriakides, sabe enfrentarse a difíciles circunstancias y ahora tiene la misión de que los casi 450 millones de habitantes de 27 países sean vacunados ante el Covid-19.
“No quiero perder ni un solo día. Cada vacunación es importante. Hay que tener capacidad de producción y estamos estudiando cómo apoyarla. Y todos los estados deben tener sus programas a punto, para vacunar en cuanto reciban las dosis. No podemos desperdiciar ni una sola dosis”, afirmó Kyriakides en entrevista para la prensa europea.
Ante las críticas sobre la lentitud de la vacunación en los países que integran la UE, explicó que “esas dificultades no se deben tanto al número de vacunas pedidas como a un cuello de botella en la producción”.
“Hay escasez a nivel mundial. Esta es una crisis sanitaria sin precedentes y el esfuerzo de vacunación masiva también lo es. Acaba de empezar y tendremos que superar momentos duros. El descubrimiento de una vacuna no es una fórmula mágica; tenemos que seguir con otras medidas. Conforme el flujo de vacunaciones aumente, podremos controlar la pandemia”, señaló.
La angustia por vacunar a la población europea crece conforme avanzan los casos de Covid-19, aunado a la aparición de variantes más contagiosas.
Por ello, la Unión Europea intensificó la presión a AstraZeneca para que le entregue más dosis de su vacuna desde sus plantas en Reino Unido después que la compañía anunció retrasos en las entregas, lo que se suma a las frustraciones por el programa de inoculación del bloque.
La Comisión Europea (CE) exigió a la farmacéutica anglo-sueca que respete sus compromisos legales y “morales” y encuentre una solución para entregar las dosis firmadas con la UE.
"Lamentamos la falta de claridad sobre el calendario de las vacunas y pedimos un plan claro de AstraZeneca para una entrega rápida de la cantidad de vacunas que reservamos para el primer trimestre", afirmó en Twitter Stella Kyriakides, al término del encuentro, el tercero esta semana entre Bruselas y el laboratorio, el cual no sirvió para aclarar las dudas que se tiene acerca de la entrega de las vacunas.
No obstante, Kyriakides quiso subrayar que en la reunión con el consejero delegado de AstraZeneca, Pascal Soriot, hubo un "tono constructivo", en mitad de la tensión que la UE mantiene con AstraZeneca, desde que el viernes anunciara que distribuirá menos vacunas a la UE que las que acordó con el Ejecutivo comunitario.
En concreto, se espera que esa reducción sea de 25% para el primer trimestre, según fuentes europeas, que añadieron que Bruselas ha invertido 336 millones de euros en la vacuna de AstraZeneca, si bien aún no se han pagado todo.
"Las obligaciones contractuales deben cumplirse, las vacunas deben entregarse a los ciudadanos de la UE", dijo Kyrikydes en la red social, después de una reunión que duró casi tres horas.
Ese encuentro estuvo precedido por una rueda de prensa de la comisaria en que elevó el tono contra AstraZeneca: "Estamos en una pandemia. Perdemos gente todos los días. Esto no son números, son personas", dijo, subrayando que la compañía debe cumplir el contrato por razones morales y legales.
Y respondió a las declaraciones que Soriot hizo el martes a un grupo de medios diciendo que el retraso en la pérdida de las vacunas se debe a una pérdida de eficacia en la fábrica de Bélgica y que si el Reino Unido tiene más dosis que la UE es porque firmó el contrato tres meses antes.
"En nuestro contrato no se especifica que ningún país o el Reino Unido tenga prioridad porque firmó antes", dijo la comisaria, que añadió que "el principio de que quien primero llega, primero se lo queda puede servir para la carnicería de barrio, pero no en un contrato".
Explicó que el contrato con la farmacéutica anglo-sueca contiene unas cláusulas de "riesgo de producción", según las cuales la compañía debía haber producido una cierta cantidad de vacunas para distribuirlas en cuanto recibiera la autorización para poderlas comercializar en la UE.
Y dijo que el acuerdo no contiene ningún tipo de jerarquía entre las cuatro plantas de producción que AstraZeneca tiene en Europa -dos en el Reino Unido, una en Bélgica y otra en Países Bajos- por lo que si una de ellas no rinde según lo esperado, la compañía debe enviar dosis desde las otras tres.
No obstante, la CE pidió hace unos días al gobierno de Bélgica que inspeccionara la fábrica de AstraZeneca en el país, para comprobar si los problemas en la falta de distribución -que serán de un 25% en el primer trimestre para toda la UE- se deben a un problema en la planta de la localidad de Seneffe.
Según informó un portavoz del ministerio de sanidad belga, la inspección ya se ha realizado -con la colaboración de expertos españoles, holandeses e italianos- y el gobierno está a la espera del resultado.
Kyriakides comparó la falta de claridad que aún le achaca al laboratorio británico, con las explicaciones -satisfactorias para la CE- que le proporcionó Pfizer-BioNTech, tras anunciar la semana pasada una disminución en la distribución de sus vacunas.
Sin embargo, la Comisión Europea espera que el 70% de la población europea adulta esté vacunada contra el Covid-19 "para el verano", tras una primera fase hasta marzo en la que los Estados miembros deberían haber administrado las dosis "al menos" al 80% de los mayores de 80 años y de los profesionales sanitarios.
"Es ambiguo, pero alcanzable", ha dicho Stella Kyriakides.
El vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, invitado a ser más preciso sobre cuándo espera Bruselas que se haya vacunado al 70% de la población, señaló que "el verano empieza el 1 de junio y termina el 31 de agosto", e indicó que la CE intentará que los laboratorios aumenten la producción de dosis y subrayó que la vacunación "no es una carrera entre países, sino contra el tiempo".
||Con información de EFE y Mujer Hoy||