PARÍS. La restauración de la catedral Nôtre-Dame de París, que resultó parcialmente destruida el lunes por un voraz incendio que duró 16 horas, costará mil millones de euros y el presidente francés Emmanuel Macron se comprometió ayer a realizar esa obra gigantesca en un plazo de cinco años.
“La reconstruiremos más hermosa de lo que era”, aseguró en un mensaje televisado de seis minutos.
Los primeros videos del interior de la nave central muestran una enorme acumulación de escombros: son los restos calcinados de la aguja de 96 metros de altura que ayer se desplomó.
Esa imagen ocupó la portada de todos los diarios de París y de la mayor parte de la prensa mundial. El diario Libération, de centro-izquierda, resumió en un juego de palabras el sentimiento que invade actualmente a los franceses “Notre Drame” (Nuestro Drama).
Los 500 bomberos que participaron en el operativo lograron finalmente extinguir el fuego la mañana de ayer.
COLECTA ESPONTÁNEA
Una colecta espontánea puso en marcha un gran movimiento de solidaridad para comenzar a reunir los fondos necesarios para la reconstrucción. En ese movimiento participan los grandes empresarios del país, como la familia Arnault que anunció una donación de 200 millones de euros. La familia Pinault anunció una contribución de 100 millones, mientras la familia Bettencourt anunció una donación de 200 millones de euros.
En Estados Unidos, el director de Apple, Tim Cook, anunció que su firma haría un donativo pero sin dar el monto.
La Fundación del Patrimonio anunció que, además de los fondos prometidos por las grandes fortunas y empresas, había recibido pequeñas donaciones de particulares por un valor de 114 millones.
La primera evaluación de los expertos prevé que el costo total de los trabajos ascenderá a mil millones de euros.
"OCURRIÓ ALGO ANORMAL"
Los primeros peritajes se orientaban a tratar de conocer el origen del incendio, las dificultades que tuvieron los bomberos para luchar contra el fuego y la magnitud que pueden tener las pérdidas.
Arquitectos denuncian la falta de trabajos de mantenimiento, estimó Didier Rykner, responsable de la revista especializada La Tribune de l'Art.
El historiador de arte Alexandre Gady estimó que, por alguna razón no precisada, “hubo una falla en los medios de detección. La mayor parte de los especialistas dicen que ocurrió algo anormal".
La Dirección General de la Policía trabaja sobre la “pista de un accidente”.
Desde el punto de vista artístico y cultural, la pérdida es inmensa: “Es imposible reconstruir Notre-Dame. Sólo podremos repararla”, afirmó sin disimular su cólera el historiador de arte Alexandre Gad. “La catedral con nueve siglos de historia está definitivamente perdida”.
El gran órgano sufrió daños, pero podrá ser restaurado, mientras que el instrumento más pequeño parece irrecuperable, según el primer diagnóstico del encargado de su mantenimiento.
"EL BOSQUE", EN CENIZAS
El techo y la estructura de madera que la sostiene -conocida como “el bosque”-, así como la torre aguja fueron reducidas a cenizas. Las tres rosetas emblemáticas “no sufrieron daños catastróficos”, dijo el portavoz de Notre Dame, André Finot. También se salvaron las 16 estatuas de cobre retiradas de la aguja para su restauración.
Por un momento se temió por la suerte del gallo ubicado en la cúspide de la aguja, que debía ser retirado en junio. Pero ayer por la mañana fue hallado intacto en medio de los escombros.
Igualmente se salvaron los dos campanarios. “Si el fuego continuaba media hora, habría sido imposible salvarlas”, aseguró el secretario de Estado del Interior, Laurent Nunez.
El derrumbe de la aguja y las llamas tampoco afectaron el altar ni la gran cruz de oro macizo que presidía todas las ceremonias de la catedral desde hace siglos. “Fue un verdadero milagro”, concluyó monseñor Chauvet. Por una vez, la palabra “milagro” tenía todo su sentido.