Este lunes, una oficina de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) sostuvo que en los comicios presidenciales de Bolivia en 2019 el expresidente Evo Morales se benefició de irregularidades, luego de que la Fiscalía del país negara la presencia de manipulación electoral en el proceso
La Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia reiteró "los hallazgos del análisis de integridad electoral de 2019 en Bolivia", que indicaban "una manipulación dolosa".
El informe respaldó la versión de opositores bolivianos, quienes señalaron a Morales, en el poder desde 2006, como responsable de las irregularidades, que le permitirían permanecer en el poder hasta 2025.
Los opositores impulsaron protestas sociales que dejaron 35 muertos en todo el país. Militares y policías retiraron su apoyo a Morales.
El entonces mandatario indígena renunció en noviembre de 2019 y salió exiliado hacia México, para ser sucedido por la senadora de derecha Jeanine Áñez.
La oficina de la OEA, en su comunicado, enumeró las irregularidades halladas en los comicios de ese año.
Mencionó, por ejemplo, una "paralización dolosa del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) [de conteo rápido]" y la existencia de "servidores [informáticos] clandestinos".
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El sistema TREP fue parado por unos días, sin una explicación clara del Tribunal Supremo Electoral, mientras los opositores dijeron que mostró un cambio de tendencia de votos a favor de Morales.
La oficina de la OEA afirmó que hubo una "provisión de información falsa", el "llenado doloso e irregular de actas de escrutinio", "irregularidades en manejo de actas del exterior" y el "ingreso de al menos mil 575 actas del TREP (ambiente cuya red fue vulnerada y manipulada) directamente al cómputo oficial".
El informe de la Fiscalía boliviana, de hace dos semanas, negó que se haya alterado el cómputo oficial de votos y cerró el caso denominado "fraude electoral" y que apuntaba a Morales.
La Fiscalía contó con el apoyo de la Fundación General de la Universidad de Salamanca.
Morales asegura que sufrió un "golpe de Estado", mientras el oficialismo señala que hubo una confabulación interna y externa.
En lo interno señala a la Iglesia Católica y a los expresidentes, el derechista Jorge Quiroga (2001-2002) y el centrista Carlos Mesa (2003-2005). En lo externo apunta a la OEA, la Unión Europea (UE) y los gobiernos del argentino Mauricio Macri y del ecuatoriano Lenín Moreno.
Áñez está encarcelada desde marzo pasado acusada de "golpe de Estado" junto a varios de sus ministros y jefes militares y policiales.