GINEBRA. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está buscando 11 mil 500 millones de dólares en fondos urgentes para combatir la variante Delta del coronavirus, según un borrador de un informe, en medio de preocupaciones de que las naciones ricas estén eludiendo sus programas Covid-19
Una gran parte del dinero en efectivo que se solicita a los socios de la OMS se necesita para comprar pruebas, oxígeno y máscaras faciales en las naciones más pobres, dice el documento que se espera que se publique esta semana. Y una cuarta parte sería para comprar millones de vacunas que de otro modo irían a otra parte.
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El documento describe los resultados y las necesidades financieras del Acelerador del acceso a las herramientas contra el Covid-19, el programa codirigido por la OMS para distribuir de manera justa vacunas, medicamentos y pruebas en todo el mundo.
El programa, establecido al comienzo de la pandemia, sigue teniendo una gran insuficiencia de fondos, y sus coordinadores ahora reconocen que seguirá siéndolo, ya que muchos gobiernos buscan abordar las necesidades globales “de manera diferente”, dijo un funcionario del programa, hablando bajo condición de anonimato.
Sin embargo, EU dijo que donó más de 100 millones de dosis de vacunas anticovid en todo el mundo, mientras el presidente Joe Biden busca contrarrestar el alza de casos por la variante Delta.
En paralelo, Nueva York exigirá certificado de vacunación para acceder a restaurantes, salas de espectáculos y gimnasios, anunció el alcalde demócrata Bill de Blasio, convirtiendo a su ciudad en la primera de las grandes metrópolis de Estados Unidos en crear un pase sanitario.
Mientras tanto, en Wuhan, la ciudad china donde surgió la pandemia de coronavirus, registra un nuevo brote, por lo cual las autoridades decidieron testear a todos los habitantes, una población mayor a los 11 millones de personas. Hacía más de un año que el covid-19 había desaparecido de las calles de la ciudad.
Tras haber derrotado al virus hace un año, sus habitantes se enorgullecían de vivir en "la ciudad más segura del mundo", en comparación con los efectos de la pandemia, que causó la muerte de más de cuatro millones de personas en el planeta.