Berlín, Alemania.- El opositor ruso Alexei Navalni se mostró este martes a través de su cuenta en Instagram con una foto en la que se le ve en el hospital universitario de La Charité de Berlín en compañía de su familia y con un mensaje en el que informa de la mejoría de su estado de salud.
Navalni, en el mensaje, expresa su alegría por haber podido respirar por primera vez durante un día entero sin ayuda de aparatos médicos.
El hospital ya había informado previamente en un comunicado de que Navalni había tenido una clara mejoría, que había empezado el proceso para separarlo del respirador y que podía dejar su cama por momentos y moverse con relativa libertad.
El opositor ruso sufrió un colapso durante un vuelo entre Siberia y Moscú, por lo que el avión tuvo que aterrizar de emergencia de Omsk.
Navalni fue atendido en un hospital de esa ciudad y posteriormente, por solicitud de la familia, trasladado a Berlín en estado de coma y en un avión medicalizado.
Los análisis que se le han realizado a Navalni en Alemania, primero en La Charité y luego en un laboratorio especializado del ejercito alemán, han llevado a la conclusión de que el opositor ruso fue envenenado con la sustancia tóxica del grupo Novichok.
Esos resultados fueron confirmados posteriormente por laboratorios en Francia y Suecia.
Los médicos rusos que lo trataron en Omsk, en cambio, aseguraron que no había rastros de envenenamiento y que el colapso se había dado por problemas de metabolismo.
El caso Navalni ha generado irritaciones diplomáticas entre Berlín y Moscú y el Gobierno alemán le ha pedido al Kremlin reiteradamente que ayude a aclarar lo ocurrido.
Según informó este martes el diario estadounidense The New York Times, Navalni no contempla solicitar asilo en Alemania sino retornar a Rusia en cuanto su salud lo permita para proseguir su trabajo político.
El diario asegura que Navalni se pronunció en ese sentido ante las autoridades alemanes, que no se han pronunciado al respecto.
"Él no tiene planeado pedir asilo en Alemania, tiene planeado volver a Rusia y continuar su trabajo", dice un funcionario alemán no identificado y citado por The New York Times.