ANKARA. En medio de una crisis alimentaria que ha comenzado a sacudir el mapa político mundial, Ucrania y Rusia firmaron en Estambul un acuerdo que permitirá la exportación de cereales ucranianos en medio de la guerra y facilitará la venta de fertilizantes rusos. El acuerdo permitirá exportar desde tres puertos ucranianos (Odessa, Pivdennyi y Chornomorsk) alrededor de 22 millones de toneladas de trigo, maíz y otros cereales almacenados en silos, que no se podían vender debido al bloqueo naval ruso.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, y el titular de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, firmaron el pacto en Estambul, aunque nunca coincidieron en la mesa.
La ceremonia para establecer corredores marítimos seguros estuvo presidida por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Turquía, miembro de la OTAN, mantiene buenas relaciones tanto con Moscú como con Kiev y además aplica el tratado internacional que regula la navegación por el Estrecho de los Dardanelos y el Bósforo, la vía de agua que comunica el Mediterráneo con el Mar Negro.
Con el acuerdo se crea en Estambul un Centro de Coordinación Conjunto que verificará la aplicación del acuerdo, que prevé inspecciones por parte de la ONU y de Turquía de los barcos que entren y salgan del Mar Negro. Uno de los temores rusos es que los buques pudieran llevar armas para Ucrania, mientras que Kiev quiere evitar que Rusia pueda aprovechar la situación para intensificar sus ataques.
CEREALES UCRANIANOS
Este es el primer acuerdo entre los dos países en conflicto desde la invasión rusa de Ucrania en febrero y con él se espera aliviar una crisis fraguada por el bloqueo naval ruso a Ucrania y las sanciones occidentales a Rusia, que han disparado también el precio de los fertilizantes y de la energía.
"Traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y las personas más vulnerables al borde de la hambruna. Y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord incluso antes de la guerra", sostuvo Guterres sobre la importancia del pacto.
Una de las ramificaciones de un conflicto que enfrenta a dos de los productores de cereales más importantes del mundo tiene que ver con el encarecimiento de alimentos básicos, una amenaza que afecta de manera especial a los países en vías de desarrollo.
El desplome de la oferta de cereales y fertilizantes, así como el aumento de los precios de la energía amenazaban con convertirse en una tormenta perfecta de enormes consecuencias. Con todo, la aplicación del acuerdo todavía conllevará "algunas semanas", según explicó una fuente de alto nivel de la ONU.
"Nuestro objetivo son exportaciones por cinco millones de toneladas por semana", explicó esa misma fuente en declaraciones a la prensa en una charla virtual desde Estambul.
FERTILIZANTES RUSOS
Al mismo tiempo, Rusia y Bielorrusia, que ha respaldado a Moscú y también está sometido a sanciones, suman más del 40 por ciento de las exportaciones mundiales de potasa, un importante fertilizante.
Guterres aseguró que otro aspecto del acuerdo es "facilitar el acceso sin trabas a los alimentos y fertilizantes originarios de la Federación de Rusia a los mercados mundiales".
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Aunque los alimentos y fertilizantes rusos no están sometidos a sanciones occidentales, bancos e intermediarios prefieren no tratar con empresas rusas para evitar problemas, lo que ha desplomado la oferta y aumentado los precios.
Otro de los aspectos clave será comprobar si cargueros y aseguradoras están dispuestos a trabajar en zona de guerra, ya que en ninguno de los tres puertos ucranianos que recoge el acuerdo está previsto un alto el fuego.
Además, los cargamentos no contarán con escolta militar pero serán rastreados.
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