Ciudad del Vaticano.- El trabajo del periodista es valioso porque “contribuye a la búsqueda de la verdad, aun cuando pone el dedo en la llaga que a veces esta en la comunidad eclesial”. Palabras significativas pronunciadas por el Papa Francsico en la audiencia concedida a los miembros de la prensa extranjera en Italia, durante la cual también recordó a “los muchos periodistas asesinados por realizar su labor en el mundo”.
Precisando que “la verdad nos hace libres” y que el trabajo periodístico “siempre encontrara en la Iglesia la justa estima por su labor y el reconocimiento de la libertad de prensa”, el pontifice argentino recordó las palabras de Benedicto XVI, el cual, refiriendose a los escándalos de los ecelsiasticos pederastas, dijo que “a veces los medios han tendido a hacernos sentir siempre ‘espectadores’, como si el mal solo afectara a otros y ciertas cosas nunca nos podrían pasar. En cambio –preciso- todos somos ‘actores’ y para bien o para mal nuestro comportamiento influye en los démas”. Por lo tanto, el predecesor de Francisco exhorto a la prensa a trabajar siempre “segun la verdad y la justicia”.
En la que fue prácticamente una lección de periodismo, Bergoglio también dirigió su atención al tema actual de las llamadas “fake news”, precisando que “la informacion falsa puede llegar hasta el punto de parecer auténtica” y en sentido dio algunos consejos: El periodista –dijo- “siempre debe considerar el poder de la herramienta que tiene a disposición y resistir a la tentación de publicar noticias que no han sido suficientemente verificadas”. Por esto –subrayo- “debemos ser humildes porque la humildad nos acerca a la realidad”. En este contexto, Francisco indico algunas actitudes que el periodista debe cultivar: no alimentar los eslóganes “que en lugar de poner en marcha el pensamiento, lo anulan; no crear estereotipos, no conformarse con representaciones cómodas que hacen ver a los individuos como si fueran capaces de resolver todos los problemas, o por el contrario como chivos expiatorios sobre los cuales descargar toda la responsabilidad”.
Fancisco recomendó asimismo no dejarse ”seducir por las redes sociales” (que a menudo lo critican) y por su lenguaje. “En una época de demasiadas palabras hostiles -afirmo- en la cual hablar mal de los demás se ha convertido para muchos en una costumbre, debemos siempre recordar que cada persona tiene su dignidad intangible que nunca se le puede quitar. En un momento en el que muchos difunden noticias falsas, la humildad te impide vender el alimento danado de la desinformación y te invita a ofrecer el buen pan de la verdad”.
Tras recordar a los muchos periodistas asesinados en el ejercicio de su labor, Francisco dijo que “la libertad de prensa y de expresión es un indicador importante del estado de salud de un país...Necesitamos –puntualizo- un periodismo libre al servicio de la verdad, un periodismo que ayude a construir la cultura del encuentro, que esté de lado de las víctimas, de los perseguidos, de los excluidos y de los discriminados”.