Ciudad del Vaticano.- La herida debe ser ser profunda si el Papa Francisco insto a sus embajadores a no unirse a quienes lo critican “por detrás”, aludiendo claramente al ex-nuncio en Washington, que no ha dejado de acusarlo de haber encubierto durante un cierto tiempo, a partir de 2013, los abusos sexuales del ex-arzobispo de Washington, cardenal Theodore McCarrick. Bergoglio siempre ha rechazado con decisión los ataques de monseñor Carlo Maria Vigano, pero evidentemente le han provocado comprensibles y fuertes dolores de cabeza.
La ocasión para que el pontífice argentino hiciera sus recomendaciones a los representantes diplomáticos de la Santa Sede, fue la audiencia que les concedió en el Vaticano, en la cual los exhorto en primer lugar a defender a la Iglesia Católica de los que “siempre tratan de desacreditarla, difamarla o calumniarla”. Y también subrayo que es incompatible con su misión criticar al Papa por detrás o uniéndose a grupos hostiles a él, a la Curia y la Iglesia de Roma.
Francisco recordó que el deber de los embajadores del Vaticano “es actualizar e informar continuamente al Papa acerca de las diferentes situaciones y cambios eclesiasticos y socio-políticos del país al que han sido enviados”....El nuncio que se olvida –preciso Bergoglio- de ser “hombre de Dios”, “arruina a si mismo y a los demás, se sale de la ruta y también daña a la Iglesia”.
Y también, ademas no criticar, esta prohibido aceptar regalos “demasiado costosos”, porque a menudo “son inútiles. Por lo tanto, si por algún motivo se ven obligados a aceptarlos, es mejor destinarlos a la caridad.