CIUDAD DEL VATICANO. Es necesario defender a la familia, basada en la unión entre un hombre y una mujer. El apremiante llamado del papa Francisco parece alejar definitivamente las aperturas de la Iglesia a las parejas homosexuales, que han dado lugar a criticas y a divisiones en el mundo católico.
La ocasión para la reiterada “aclaración” del pontífice argentino, fue su visita al santuario de la Santa Casa de Loreto, meta de millones de peregrinos, y que según la tradición ahí vivió la Sagrada Familia, y sucesivamente transportada desde Nazaret hasta la región de Las Marcas (centro de Italia). ”Esta Casa de María es también la casa de la familia”, precisó.
En su discurso ante los centenares de fieles que acudieron al santuario para darle la bienvenida, Francisco fue claro: “En la delicada situación del mundo actual, la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer asume una importancia y una misión esenciales. Es necesario descubrir nuevamente el diseño trazado por Dios para la familia, para reiterar su grandeza y su rol insustituible al servicio de la vida y de la sociedad”.
Bergoglio recordó que en la casa de Nazaret, María vivió las múltiples relaciones familiares como hija, novia, esposa y madre. Por esto, “cada familia, en sus diversas componentes, encuentra aquí la acogida y la inspiración para vivir su propia identidad”.
El jefe de la Iglesia Católico aprovecho la ocasión para firmar su exhortación sobre el Sínodo de la juventud, celebrado en octubre del año pasado en el Vaticano, en la que también destaca que los jóvenes pueden ofrecer una “ayuda preciosa” para realizar una “reforma de envergadura histórica” contra los abusos cometidos por miembros de la Iglesia.