El dirigente socialista español Pedro Sánchez perdió este domingo una primera votación de confianza en el Congreso, pero se encamina a ser previsiblemente elegido el martes por la mínima al frente de un inédito gobierno de coalición de izquierda que termine con un largo bloqueo político.
Sin sorpresa, el líder de 47 años obtuvo 166 votos a favor, lejos de la mayoría absoluta (176 de 350) necesaria para recibir la confianza de la cámara en la primera vuelta.
Pero 48 horas más tarde, cuando en una segunda votación en la que le bastarán más síes que noes, debe tener éxito por una mínima diferencia, al sumar los respaldos socialistas, de la izquierda radical de Podemos, su futuro socio de gobierno, y de varios pequeños partidos regionales.
Si se repite la correlación de fuerzas, Sánchez recibirá 167 votos a favor (esté domingo no votó una diputada de Podemos por enfermedad), 165 en contra y 18 abstenciones.
Será clave la abstención de los 13 diputados del partido independentista Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), que exigieron a los socialistas "una mesa de diálogo" entre Madrid y Barcelona para buscar soluciones a la persistente crisis en la región nororiental española.
Llegado al poder en junio de 2018 mediante una moción de censura que desbancó al conservador Mariano Rajoy, Sánchez liderará un gobierno de coalición entre socialistas (120 diputados) y Podemos (35), con un programa social, ecologista y feminista, enfocado en disminuir las desigualdades persistentes tras la crisis económica.