Bogotá.- El periodista Nicholas Casey, de The New York Times, aseguró este domingo que abandonó Colombia luego de recibir "acusaciones falsas" por parte de miembros del partido de Gobierno tras revelar que el Ejército ha ordenado a sus soldados duplicar el número de criminales muertos, lo que pone en riesgo vidas civiles.
"He tenido que tomar la medida de salir del país por las acusaciones falsas que fueron lanzados ayer en Twitter y replicadas por varios políticos uribistas en los últimos 24 horas", manifestó Casey en una entrevista con la emisora Blu Radio.
En un artículo publicado ayer, el diario, que revisó órdenes escritas y entrevistó a altos oficiales, señaló que el Gobierno colombiano está ejecutando "otra encarnación" de los llamados "falsos positivos", como se conoce al escándalo de ejecuciones extrajudiciales de civiles cometidas por la fuerza pública entre 2002 y 2008 para hacerlos pasar por guerrilleros caídos en combate.
En ese sentido, la senadora María Fernanda Cabal, del oficialista partido Centro Democrático, publicó en Twitter dos fotos del periodista en 2016 junto al mensaje "Este es el 'periodista' Nicholas Casey, que en 2016 estuvo de gira con las FARC en la selva".
"¿Cuánto le habrán pagado por este reportaje? ¿Y por el de ahora, contra el Ejército de Colombia? #CaseyEsFakeNews", agregó la parlamentaria.
Al respecto, el reportero del diario norteamericano aseguró que "este tipo de acusación es falsa y grave, dado la falta de seguridad que Cabal sabe que encontramos en este país como periodistas".
Los inocentes asesinados en Colombia por los militares para cumplir con las cuotas
Según el reportaje que hizo Casey hay una orden para que los militares no "exijan perfección" al matar, ni siquiera si tienen dudas sobre el objetivo del ataque, y algunos militares han señalado que eso implica desproteger a inocentes y ya ha ocasionado muertes sospechosas o innecesarias.
Frente a eso, el presidente Iván Duque aseguró que su Gobierno tiene "tolerancia cero" con las violaciones de derechos humanos por parte de miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
"La instrucción ha sido cero tolerancia con cualquier conducta que sea violatoria de la ley y de la Constitución, cero tolerancia con cualquier circunstancia que deshonre el uniforme de la patria", manifestó Duque.
Entre tanto, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, afirmó que el artículo de The New York Times "está lleno de inconsistencias" en cuanto a fechas, informes y unidades militares citadas, y que en vista de que "se informa o se insinúa que hay servidores de la fuerza pública que consideran que recibieron una orden que eventualmente ha podido ser ilegal", pidió a la Fiscalía investigar el caso.
Sobre las acusaciones de Cabal contra Casey, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) dijo que "los señalamientos injustos de funcionarios o líderes políticos que vinculan a periodistas con acciones ilegales con el propósito de desacreditar su trabajo son muy peligrosos ya que pueden ser entendidos como instigaciones o apoyos a las agresiones en contra de la prensa".
"Como sucedió en el caso de Nick Casey, las estigmatizaciones suelen estar seguidas de agresiones contra los periodistas y, en algunos casos, de amenazas contra su vida", resaltó la FLIP en su cuenta de Twitter.