Policía de Israel entró en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, y se enfrentó con los palestinos que se encontraban en su interior, utilizando gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para desalojar a las cientos de personas que rezaban en ese momento.
Los musulmanes, que este mes se encuentran celebrando el Ramadán, se encontraban rezando en la mezquita, que estaba llena de mujeres, niños y personas mayores, además de hombres, según el medio palestino Maan.
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Se indicó también que dejaron decenas de heridos por balas de goma, gas pimienta y granadas aturdidoras, impidiendo en todo momento el tratamiento médico de los afectados, aseguró la agencia de noticias.
Las Fuerzas de Seguridad habrían desalojado después a las mujeres y niños de la mezquita para luego comenzar un enfrentamiento con los hombres, que según fuentes de la Policía, citadas por el medio israelí Jerusalem Post, habrían atacado a los agentes con palos, piedras y fuegos artificiales.
Según la versión de la Policía, recabada por el citado medio, había varias decenas de hombres jóvenes atrincherados en una de las salas de la mezquita con intención de cometer acciones violentas. Los agentes habrían intentado desalojarlos de forma pacífica antes de entrar en el edificio por la fuerza. Reportan también a un agente herido durante los disturbios.
Hamás denuncia agresiones
El líder del brazo político de Hamás, Ismail Haniye, ha advertido de que "lo que está pasando en la mezquita sagrada de Al-Aqsa es un crimen sin precedentes y tendrá consecuencias".
En este sentido, ha insistido en que todos, incluidos palestinos e israelíes, deberán asumir su responsabilidad en los hechos que están ocurriendo estos días.
Según un comunicado recogido por el diario Felesteen, Haniye habría llamado a los palestinos de Cisjordania a acudir al lugar para "proteger" la mezquita.
Tensión entre las fuerzas israelíes y los palestinos durante el Ramadán
El domingo 26 de abril, la Policía realizó una operación similar, desalojando a los fieles que se encontraban rezando en su interior en pleno Ramadán, bajo la sospecha de que se habían atrincherado y preparaban ataques contra los visitantes judíos a la mañana siguiente.
Al menos dos palestinos resultaron detenidos durante la operación, según informó el Jerusalem Post citando a la Policía israelí, que además acusó a los fieles de ignorar la directiva de la autoridad jordana sobre el lugar sagrado, el Waqf, que había ordenado el cierre nocturno.
La mezquita sagrada de Al-Aqsa es un punto importante en Jerusalén durante el mes del Ramadán. Cerca de 250 mil musulmanes acudieron a la oración del viernes 31 de marzo, y la Policía de Israel ha desplegado a dos mil 300 militares en la zona durante estas semanas.
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La Explanada de las Mezquitas es el corazón religioso de Jerusalén y descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón judío, por lo que los musulmanes temen que Israel busque destruir la Mezquita de Al Aqsa para construir un Tercer Templo judío en Jerusalén.