Además de padecer frío, hambre y hacinamiento, en el centro de detención de Calexico, California, las mujeres migrantes centroamericanas deben soportar las burlas y humillaciones que vienen de parte de los agentes migratorios estadounidenses.
Una madre de familia que prefirió no revelar su nombre, narró que fue comparada con una vaca por amamantar a su bebé dentro de la celda en la que permanecieron ocho días tras buscar el asilo humanitario.
“Me dijeron ¿eres una vaca o qué?, una doctora tuvo que venir a ayudarme y me llevó al baño de mujeres para extraerme la leche y ponerla en unos vasitos, los agentes le dijeron que era lesbiana y que por eso podía ayudarme”.
La mujer originaria de Guatemala fue testigo del mismo trato a otras madres que también alimentaban a sus hijos.
“Se burlan de ti, lo hacen en inglés pero entienden perfectamente lo que tú les dices en español”.
Otra madre de familia también guatemalteca escuchó a los agentes referirse como "vaca" a otra mujer a la que además le pidieron que se cubriera el pecho al momento de amamantar.
“Le dijeron que se tapara porque para ellos no era normal eso, una mujer agente la regañó y le dijo que no quería ver eso y que debían detener a su bebé porque los bebés le daban asco”.