Representantes de la Cámara Baja de Estados Unidos presentaron este lunes la acusación contra el expresidente Donald Trump ante el Senado por "incitación a la insurrección", dando así inicio al proceso para el juicio político que tendrá lugar la semana del 8 de febrero.
Los nueve congresistas demócratas que ejercerán como fiscales en el juicio presentaron el cargo después de que la Cámara Baja lo aprobara el pasado 13 de enero con 232 votos a favor -diez de ellos de republicanos- y 197 en contra.
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Será la primera vez que el Senado juzgue a un expresidente, lo que ha levantado reticencias entre algunos republicanos, que cuestionan la legalidad del proceso.
Para que el Senado condene a Trump, que tendría como consecuencia su inhabilitación política, se requiere un mínimo de 67 votos o dos tercios, un número improbable de alcanzar dado que demócratas y republicanos se reparten 50 escaños.
En caso de que todos los demócratas voten a favor de condenar a Trump, 17 legisladores republicanos también tendrían que hacerlo y tan solo algunos, incluido su líder, Mitch McConnell, han mostrado ambigüedad respecto a su posición.
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McConnell y el nuevo líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, anunciaron la semana pasada un acuerdo sobre las normas que regirán en el juicio político y un calendario para darle inicio la semana del 8 de febrero.
Ese calendario satisface las demandas de los republicanos, que habían pedido tiempo para que Trump pudiese preparar su defensa.
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Este será el segundo "impeachment", como se conoce el proceso de destitución en inglés, contra Trump, que salió airoso del primero a comienzos de 2020 por sus presiones a Ucrania para que investigara por supuesta corrupción al actual presidente de EU, Joe Biden.
Trump es el primer mandatario en ser sometido a dos juicios políticos y en esta ocasión afronta el cargo de incitar a la "insurrección" por el asalto violento al Capitolio del pasado 6 de enero de una turba de sus seguidores, que dejó cinco muertos, entre ellos un policía.