El volcán Taal podría seguir expulsando cenizas y lava durante semanas al sur de Manila, advirtieron las autoridades, lo que podría impedir la vuelta a sus hogares de miles de personas que fueron evacuadas por temor a una fuerte erupción.
El volcán, situado a 65 km de la capital, se despertó el domingo, proyectando una inmensa columna de humo hacia el cielo y expulsando lava rojiza, lo que llevó a muchos habitantes de las montañas vecinas a abandonar sus hogares.
Cuando las autoridades hicieron sonar la alarma, alertando de un riesgo de "erupción explosiva", muchos dejaron atrás su ganado y sus animales de compañía, sus casas y sus bienes.
"Lo dejamos todo, excepto lo que llevamos puesto", dijo Robert Cadiz, un pescador de 47 años que está entre las más de 30 MIL personas se refugiaron en carpas de emergencia. "Estamos aterrorizados", añadió.
Gerald Aseoche, pintor de casas de 30 años, dejó su hogar con sus cuatro hijos, llevándose muy pocas posesiones consigo. Ahora, afirma que no puede ni ir al trabajo, porque no puede dejar a sus hijos solos.
"Espero que esto no dure mucho tiempo porque perderé mi trabajo si no voy inmediatamente", declaró a la AFP en un centro de evacuación.
"No puedo dejarlos... La familia es lo primero", agregó, con uno de sus hijos al brazo.
Majestuoso y aterrador
El volcán Taal, que se encuentra en medio de un lago de cráter en una zona muy visitada por los turistas, es uno de los más activos del archipiélagos, situado en una zona de alta actividad sísmica al estar ubicado en el Cinturón de fuego del Pacífico.
El director de la Cruz Roja en Filipinas, Richard Gordon, indicó que "se están preparando para lo peor" y pidió a la población que se aleje del volcán.
"Traigan a sus animales y a su ganado a los centros de evacuación", si es necesario, dijo.
Desde el domingo, el volcán ofrece un espectáculo tan majestuoso como aterrador, con impresionantes rayos por encima de su cumbre, un fenómeno que la ciencia no ha explicado totalmente pero que podría deberse a la electricidad estática.
Es imposible decir cuánto durará la erupción, observó el director del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs), Renato Solidum, quien recordó que las anteriores erupciones duraron meses en algunos casos.
La alerta de riesgo de "erupción explosiva" potencialmente catastrófica podría seguir vigente durante semanas, en función de la evolución de las observaciones sobre el terreno.
"Tenemos un protocolo que implica esperar varios días, a veces dos semanas, para estar seguros de que la actividad del volcán ha cesado", indicó Renato Solidum a la AFP.
Tras la erupción, que comportó una humareda de 15 km de alto y una "lluvia" de cenizas en la región, se ordenó el cierre temporal del principal aeropuerto internacional de Manila, y la cancelación de cientos de vuelos. Decenas de miles de pasajeros se vieron afectados.
El aeropuerto internacional Ninoy Aquino volvió a estar operativo el lunes poco a poco, pero el martes todavía había muchos pasajeros varados, a la espera de un vuelo.
La última erupción del Taal se remonta a 1977, precisó Solidum.
El archipiélago de Filipinas se encuentra en el "Cinturón de fuego" del Pacífico, donde las placas tectónicas entran en colisión, causando sismos y fuerte actividad volcánica.
En enero de 2018, decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas debido a una erupción del Monte Mayon, en la región central de Bicol.
La erupción más fuerte de las últimas décadas fue la del monte Pinatubo, a un centenar de kilómetros al noroeste de Manila, que causó más de 800 muertos en 1991.