Primer ministro interino de Haití, Garry Conille, es hospitalizado pero se encuentra estable

Conille fue nombrado para el cargo a finales de mayo por un consejo de transición

AFP

  · sábado 8 de junio de 2024

El primer ministro interino de Haití, Garry Conille. Foto: Reuters

El primer ministro interino de Haití, Garry Conille, fue trasladado de urgencia al hospital tras sufrir una emergencia respiratoria el sábado por la noche, aunque fue hospitalizado, se reporta que permanece en estado estable, informó el sábado el medio local Radio Metronome a través de las redes sociales.

Conille fue nombrado para el cargo a finales de mayo por un consejo de transición. Sin embargo, sus representantes no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.

Bajo condición de anonimato una fuente confirmó la causa de su emergencia, "Tuvo un ataque de asma. Tiene médicos a su lado" dijo el informante y añadió que es posible, que el funcionario sea evacuado al extranjero para recibir tratamiento.

Antes de este incidente médico, el primer ministro visitó el aeropuerto internacional de la capital Puerto Príncipe y elogió el trabajo de las fuerzas de seguridad que permitió reanudar los vuelos tras más de tres meses paralizados por ataques de bandas criminales.

Conille, de 58 años, fue nombrado primer ministro por el consejo presidencial de transición de Haití el 29 de mayo y juró su cargo el lunes.

Médico de formación, fue primer ministro de Haití durante un breve periodo, entre 2011 y 2012, y hasta hace poco era director regional de Unicef.

Desde su nombramiento, el funcionario ha mantenido una serie de reuniones con diferentes sectores y representantes de la sociedad haitiana, al tiempo que trabajaba con el consejo en la formación de un gabinete.

Ese órgano de transición se creó tras la dimisión en marzo del primer ministro Ariel Henry ante el recrudecimiento de la violencia de las pandillas.

A finales de febrero, bandas lanzaron ataques coordinados contra lugares estratégicos de Puerto Príncipe, alegando que querían derrocar a Henry.

Según las autoridades, 80% de la capital está en manos de esas bandas, acusadas de numerosos abusos, en particular asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.