Llevar a cabo una transición pacífica de poder es vital para resguardar una democracia sana; de hecho, en gran medida, es lo que diferencia una democracia de una dictadura. No obstante, desde hace meses, el presidente Donald Trump ha demostrado que, si pierde estas elecciones, no aceptaría el resultado. Ya sea que haya tuiteado que las elecciones deberían posponerse porque serían “robadas” o declarando que habrá un fraude electoral debido al aumento de votos vía correo a causa del coronavirus. Ahora, ¿esto qué significa?, ¿qué implicaciones tiene?, y ¿qué se debe de hacer si sucede?
Periodistas como Barton Gellman han analizado la posibilidad de que Trump utilice su poder para evitar un resultado decisivo en su contra y su respuesta es que es totalmente viable. Si Trump se despoja de toda restricción y sus aliados republicanos juegan el papel que les asigna, podría obstruir la victoria legal para Joe Biden en el Colegio Electoral y, después, en el Congreso. A su vez, podría impedir la formación de un consenso si hay algún resultado y, de esta manera, aprovechar la incertidumbre para mantenerse en el poder. Por otro lado, Joshua Geltzer, académico constitucional y profesor en la Universidad de Georgetown, en una entrevista hecha por The Intercept de declaró que existen todas las razones para creer que, si Trump pierde las elecciones, hará todo para incitar violencia e histeria en la sociedad estadounidense.
Ahora, para evitar decepciones, es mejor hacerse la idea de que esta elección tiene altas probabilidades de no llevarse de manera pacífica y que una situación anormal se efectúe. Sin embargo, para tranquilizar el panorama un poco, es importante recalcar que sí hay medidas legales que se podrían tomar en contra de Donald Trump si se rehusara a dejar la presidencia. Esto debido a que un presidente pierde la autoridad constitucional al término de su mandato o detrás de su destitución de manera inmediata y automática por medio de un juicio político. Igual, Trump carecería de poder para dirigir al Servicio Secreto de EU u otros agentes federales que normalmente fungen como sus protectores.
Durante estos años, nos hemos dado cuenta de que a Donald Trump no le importa ningún tipo de ley: ni política, legal y/o constitucional. Lo único que le importa e importará será ganar. Si las cosas no salen bien, la población estadounidense debe de estar preparada para llevar a cabo manifestaciones masivas y de forma pacífica. Al mismo tiempo, debe de haber consecuencias políticas y sociales para los líderes (sean demócratas o republicanos) que se nieguen a respetar el Estado de Derecho. También, es necesario que la sociedad primero abogue y defienda la democracia (antes que a cualquier candidatx presidencial o líder político) y salga a votar (en persona o por correo). Si Donald Trump pierde de manera decisiva -no sólo en el voto popular sino también en el Colegio Electoral- su capacidad de generar caos constitucional y/o social será de menor impacto.
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