Luego de dos semanas tomando las ciudades más importantes de Afganistán, este domingo los talibanes entraron en Kabul, la capital del país, tras la salida del presidente afgano, Ashraf Ghani. Pero, ¿quiénes son los talibanes y por qué preocupa tanto su regreso al poder?
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¿Cuál es el origen del Talibán?
El Talibán es un grupo político-paramilitar fundamentalista de la corriente sunita del islam surgida en Pakistán y Afganistan tras la retirada de las tropas soviéticas en la década de los 90. El vocablo "talibán" proviene del pastún, "estudiantes", más específicamente, "estudiantes religiosos".
Se cree que el movimiento surgió por primera vez en escuelas islámicas, financiadas por Arabia Saudita, principal bastión de la corriente sunita del islam.
El nacimiento del movimiento militar propiamente dicho se da en medio del conflicto entre comunistas, que gobernaban el país tras la revolución apoyados por la Unión Soviética, y los islamistas, conocidos como muyihadines.
Llegada al poder del Talibán
La retirada de las tropas soviéticas de Afganistán permitió el crecimiento del movimiento, que en apenas unos años derrocó al gobierno y tomó control de Kabul, la capital del país, en 1996.
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En un principio el los talibanes fueron apoyados por la mayor parte de la población, pues resolvieron gran parte de los conflictos ocasionados por largos años de enfrentamientos.
Sin embargo, más tarde instauraron un régimen basado en la aplicación estricta de la le islámica, característica de la corriente sunita, en la que se permiten ejecuciones públicas, amputaciones y lapidaciones como castigo a quienes incurran en alguna falta.
Particularmente, las mujeres fueron estrictamente sometidas durante el gobierno del Talibán en Afganistán. Debían usar todo el tiempo la burka, una prenda que cubre completamente el cuerpo, y se prohibió que usaran maquillaje, así como la asistencia a la escuela para las niñas a partir de los 10 años.
La mujeres adultas no podían salir a la calle sin un hombre o el permiso escrito para realizar actividades fuera de su hogar. Asimismo, su comportamiento estaba sometido a un escrutinio constante, y las consecuencias de incumplir de alguna manera las normas podían ser fatales.
Al Qaeda y la intervención de la OTAN
El gobierno Talibán o había pasado desapercibido para la comunidad internacional; no obstante, su comportamiento cobró relevancia después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Estados Unidos.
Después de esto los talibanes fueron señalados por servir como refugio a Osama bin Laden y a su grupo, Al Qaeda, por lo que Estados Unidos lideró un ataque en conjunto con las potencias occidentales para derrocar al gobierno de Afganistán.
La persecución de los dirigentes del Talibán y de Osama bin Laden no dio frutos inmediatamente, a pesar de la gran movilización militar que se puso en marcha. Lo que sí logró fue la liberalización de la vida en el país.
La presencia de las tropas internacionales sometió al ahora movimiento insurgente, que, al menos extraoficialmente, sobrevivió dentro de las fronteras de Pakistán.
El Talibán actualmente
En 2020, luego de casi 20 años de intervención internacional y con un gobierno democrático instaurado, Estados Unidos pactó con el Talibán la retirada de las fuerzas militares extranjeras.
A partir de ese momento y con el desalojo de las fuerzas estadounidenses, los talibanes comenzaron a tomar fuerza al interior de Afganistán, pese a la superioridad numérica y armamentista del ejército oficialista. En algunas ciudades y provincias, la ocupación del Talibán no representó ni siquiera enfrentamientos.
Durante el fin de semana pasado, el movimiento rodeó Kabul por el sur, este y oeste, lo que prácticamente garantizaba su retorno al poder. Más tarde, se dio a conocer la salida del presidente Ashraf Ghani y las fuerzas insurgentes entraron en la ciudad, lo que desencadenó el caos que ya venía gestándose.
Línea de mando del Talibán
El funcionamiento interno y el liderazgo del movimiento talibán están envueltos en un halo de misterio, como cuando gobernó el país asiático entre 1996 y 2001; sin embargo, hay algunos nombres que suenan a nivel internacional como dirigentes del grupo insurgente.
Haibatullah Akhundzada, el líder supremo
El mulá Haibatullah Akhundzada fue nombrado jefe de los talibanes en mayo de 2016 durante una rápida transición de poder, días después de la muerte de su predecesor, Mansur, liquidado por un ataque de un dron estadounidense en Pakistán.
Antes de su designación, se conocía poco de Akhundzada, hasta entonces más centrado en cuestiones judiciales y religiosas que en el arte militar.
Aunque este erudito gozó de gran influencia en el seno de la insurgencia, de la que lideró el sistema judicial, algunos analistas creían que su papel al frente del movimiento sería más simbólico que operativo.
Hijo de un teólogo, originario de Kandahar, el corazón del país pastún en el sur de Afganistán y cuna de los talibanes, Akhundzada obtuvo rápidamente una promesa de lealtad de Ayman al-Zawahiri, el líder de Al Qaeda.
El egipcio lo llamó "emir de los creyentes", denominación que le permitió afianzar su credibilidad en el mundo yihadista.
Akhundzada tenía la delicada misión de unificar a los talibanes, fracturados por una violenta lucha por el poder tras la muerte de Mansur y la revelación de que habían ocultado durante años la muerte del fundador del movimiento, el mulá Omar.
El insurgente logró mantener unido al grupo y continuó siendo bastante discreto, limitándose a transmitir mensajes anuales raros en los días festivos islámicos.
El mulá Baradar, cofundador
Abdul Ghani Baradar, nacido en la provincia de Uruzgan y educado en Kandahar, es el cofundador de los talibanes junto con el mulá Omar, fallecido en 2013, pero cuya muerte fue ocultada durante dos años.
Como muchos afganos, su vida se moldeó con la invasión soviética en 1979, que lo convirtió en muyahidín, un combatiente islámico fundamentalista, y se cree que luchó junto con el mulá Omar.
En 2001, tras la intervención estadounidense y la caída del régimen talibán, se decía que formaba parte de un pequeño grupo de insurgentes dispuestos a un acuerdo en el que reconocían la administración de Kabul. Pero esta iniciativa resultó infructuosa.
Abdul Ghani Baradar era el jefe militar de los talibanes cuando fue arrestado en 2010 en Karachi, en Pakistán. Fue liberado en 2018 especialmente por la presión de Washington.
Escuchado y respetado por las distintas facciones talibanes, fue nombrado jefe de su oficina política, ubicada en Catar.
Desde el país del golfo, llevó las negociaciones con los estadounidenses, que condujeron a la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán
Sirajuddin Haqqani, el jefe de la red Haqqani
Hijo de un célebre comandante de la yihad antisoviética, Jalaluddin Haqqani, Sirajuddin es a la vez el número dos de los talibanes y el jefe de la red Haqqani.
Esta red, fundada por su padre, está clasificada como terrorista por Washington, que siempre la consideró como la facción combatiente más peligrosa ante las tropas estadounidenses y de la OTAN en los últimos dos decenios en Afganistán.
También está acusado de haber asesinado a algunos altos responsables afganos y de haber retenido como rehenes a occidentales para obtener un rescate o mantenerlos como prisioneros como el militar estadounidense Bowe Bergdahl, liberado en 2014 a cambio de cinco detenidos afganos de la cárcel de Guantánamo.
Conocidos por su independencia, sus habilidades de lucha y sus fructíferos asuntos, se cree que los Haqqani están a cargo de las operaciones de los talibanes en las áreas montañosas del este de Afganistán y que tendrían una gran influencia en las decisiones del movimiento.
El mulá Yaqub, el heredero
Hijo del mulá Omar, Yaqub es el jefe de la poderosa comisión militar de los talibanes, que decide las orientaciones estratégicas en la guerra contra el Ejecutivo afgano.
Su ascendencia y sus vínculos con su padre, a quien adora como jefe de los talibanes, lo convirtieron en una figura unificadora dentro de un amplio y diverso movimiento.
Las especulaciones sobre su papel exacto en la insurgencia son persistentes. Algunos analistas creen que su nombramiento al frente de esta comisión en 2020 fue sólo simbólico.
Zabiullah Mujahid, portavoz de los talibanes
Mujahid se encuentra actualmente en la capital de Qatar, donde los militantes tienen su equipo diplomático y político, para liderar las negociaciones para la rendición entre el colapsado gobierno afgano y los insurgentes.
Mujahid trabajó en el Ministerio de Cultura e Información bajo el gobierno talibán (1996-2001) y fue nombrado en su actual puesto en enero de 2007 tras el arresto del portavoz Muhamed Hanih.
En mayo del 2011, la agencia de inteligencia de Afganistán afirmó que Mujahid era en realidad Haji Ismail, pakistaní de 42 años y proveniente de la ciudad de Chaman. Éste siempre ha negado la información.
Con información de AFP