PARÍS. EU abrió ayer un nuevo foco de tensión mundial cuando un buque de la US Navy detuvo al barco norcoreano "Wise Honest", acusado de violar las sanciones internacionales impuestas al régimen de Pyongyang por sus pruebas nucleares y de misiles.
La nave capturada es una de las mayores unidades de la flota civil del régimen norcoreano, transportaba carbón, maquinaria y carga a granel.
Este episodio sin precedentes corre el riesgo de agravar el acelerado deterioro que sufrieron las relaciones entre Washington y Pyongyang, debido a la ausencia de resultados concretos después de las dos cumbres celebradas entre los presidentes Donald Trump y Kim Jong-un en el último año. La última reunión, realizada en febrero en Vietnam, concluyó en un estruendoso desacuerdo.
Ambos países se acusaron recíprocamente de no haber cumplido con los compromisos asumidos en el primer encuentro, realizado en Singapur en 2018.
Después de esa cumbre el enfriamiento se agravó como resultado del escepticismo mostrado por Kim Jong-un que, además de su alianza tradicional con China, emprendió una apertura diplomática crucial en dirección a Moscú a fin de obtener garantías en caso de aceptar la desnuclearización progresiva de su país.
La situación se tensó más aun con los recientes disparos de misiles de corto alcance realizados por Corea del Norte, y el anuncio de pruebas de misiles de largo alcance, después de una suspensión de un año. Esas demostraciones de fuerza coincidieron con la llegada a Corea del Sur del enviado especial norteamericano Stephen Biegun, que está a cargo del dossier nuclear norcoreano.