Desde hace más de dos décadas, activistas y asociaciones habían peleado para que hubiera una ceremonia oficial de reconocimiento a las víctimas LGTB+ del III Reich, afirmando que su sufrimiento había sido ignorado o minimizado.
Baerbel Bas, quien es presidenta de la cámara baja, afirmó que estos supervivientes tuvieron que luchar mucho tiempo para que se les reconociera el calvario vivido.
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Tal como recordó, el nazismo asesinó, castró y sometió a horribles experimentos médicos a hombres homosexuales en los campos de concentración.
Miles de lesbianas, personas transgénero y trabajadoras sexuales fueron consideradas como "degeneradas", además de encarceladas en los campos en condiciones brutales.
"Recordamos a todas aquellas personas que fueron perseguidas por los nacionalsocialistas. A quienes fueron robados, humillados, marginados, torturados y asesinados", señaló Bas ante la cámara.
Desde 1996, este país ha venido celebrando con una ceremonia solemne en el Parlamento y otros actos el día internacional del recuerdo del Holocausto, en el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.
La jornada de recuerdo ha estado tradicionalmente centrada en los seis millones de judíos europeos exterminados por el régimen de Adolfo Hitler, si bien en la primera ceremonia, el entonces presidente Roman Herzog rindió tributo a los gays y las lesbianas asesinados por los nazis.
Una vida escondiéndose
La superviviente del Holocausto Rozette Kats, una judía holandesa de 80 años, dijo al Bundestag que este gesto para expandir la memoria alemana, para incluir a las víctimas LGBT+ del nazismo, era bienvenido.
"Si algunos grupos de víctimas son categorizados como menos valiosos que otros, eso significa que la ideología nazi perdura", dijo Kats, quien durante el Holocausto vivió escondida en Ámsterdam.
Dani Dayan, presidente del memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén, dijo que si bien los judíos fueron el objetivo primordial de los nazis, era esencial reconocer el sufrimiento de otros grupos. "Respetamos y honramos a todas las víctimas", dijo durante una visita a Berlín esta semana.
Varios actores leyeron las historias personales de Mary Puenjer, una mujer lesbiana de Hamburgo gaseada en el campo de Ravensbrück en 1942, y de Karl Gorath, un homosexual que sobrevivió a Auschwitz y que luego fue de nuevo condenado por homosexualidad en Alemania occidental, por el mismo juez que lo había condenado durante el nazismo.
Klaus Schirdewahn fue condenado en Alemania occidental en 1964 por una relación sexual con otro hombre, en virtud de una ley de la era nazi. Pero este viernes habló de la vergüenza que arrastró la mayor parte de su vida.
Hago todo lo que puedo para que no se olvide nuestra historiaKlaus Schirdewahn
El triángulo rosa
En 1935, los nazis endurecieron una ley de 1871 para castigar con diez años de trabajos forzados las relaciones homosexuales entre hombres.
Unos 57 mil varones fueron encarcelados, y entre 6 mil y 10 mil enviados a campos de concentración, donde llevaban como distintivo en sus uniformes un triángulo rosa.
Según los historiadores, entre 3 mil y 10 mil hombres homosexuales y un número desconocido de lesbianas y personas trans fueron asesinadas o murieron por las vejaciones sufridas.
Bas afirmó que fue una desgracia que la comunidad LGBT+ sufriera persecución en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.
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"Para cuando hubo reparaciones, muchos ya no estaban vivos", lamentó. El texto de 1871 que criminalizaba la homosexualidad desapareció del código penal de la Alemania comunista en 1968.
Sin embargo, en la Alemania occidental la criminalización legal de la homosexualidad no se abolió por completo hasta 1994.
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