/ martes 10 de septiembre de 2019

Reconocimiento facial ya es una realidad en China

Desplegado a nivel nacional, ha dejado atrás a otros sistemas como los códigos QR y el pago con móviles; la población aplaude, pero alertan riesgo para la privacidad

PEKÍN. En China los consumidores ya no necesitan tarjeta de crédito para pagar sus compras, ni siquiera un teléfono móvil: les basta con escanear su rostro, una tecnología que triunfa en el gigante asiático.

China ya está muy avanzada en los pagos con teléfono móvil, pero el reconocimiento facial, desplegado a nivel nacional, ha dejado atrás a otros sistemas como los códigos QR.

"Ya no hace falta llevar consigo el teléfono. Uno puede salir de compras sin llevar nada", dice Bo Hu, el director de servicios informáticos de la cadena chinade panaderías Wedome.

Esta marca, muy conocida, que vende productos occidentales adaptados al gusto chino, utiliza sistemas de reconocimiento facial en un centenar de puntos de venta.

"Pagar sin nada no era posible al principio de los pagos móviles [con códigos QR], pero hoy sí gracias al auge del reconocimiento facial", explica.

Esta tecnología ya se usa en China para comer en los restaurantes de comida rápida KFC, para encontrar a fugitivos entre la muchedumbre, localizar a personas que cruzan la calle fuera de los pasos de peatones o para desbloquear un ordenador.

También se usa a gran escala en la región de Xinjiang (noroeste), donde la población, mayoritariamente musulmana está bajo intensa vigilancia tras una serie de atentados.

Para pagar en un comercio, los consumidores tienen que suministrar una fotografía de su cara a su cuenta bancaria o a un sistema de pago móvil. Una vez en la tienda sólo tienen que presentarse ante un escáner especial.

Alipay, el líder chino del pago móvil, lidera este mercado con máquinas instaladas en cien ciudades del país.

La empresa ve un enorme potencial de crecimiento y prevé invertir en tres años unos 3.000 millones de yuanes (380 millones de euros) para mejorar su tecnología, llamada "Smile-to-Pay" ("Sonría para pagar").

Tencent, su competidor, que gestiona la aplicación de mensajería WeChat, con 600 millones de usuarios, presentó en agosto un nuevo terminal de pago llamado "Frog Pro".

"El pago por reconocimiento facial tiene potencial para generalizarse gracias al impulso de los principales actores del pago móvil", señala Mengmeng Zhang, un analista de la consultora de Hong Kong Counterpoint.

Las pantallas en la calle encuentran a fugitivos entre la muchedumbre / Foto: AFP

"Alipay gasta miles de millones para difundir esta tecnología subvencionando a los vendedores y dando recompensas financieras a los consumidores que la utilizan", añadió.

En Tianjin, una gran ciudad a 120 kilómetros al sureste de Pekín, el supermercado IFuree, que funciona sin cajeras, también propone el reconocimiento facial.

Una cámara 3D escanea los rostros de las personas que entran en la tienda. En el momento de pagar, los clientes escanean ellos mismos sus artículos y luego vuelven a escanear su rostro. El precio queda de inmediato deducido de su cuenta bancaria.

"Es práctico porque se pueden comprar cosas muy rápidamente", dice Zhang Liming, una jubilada. "En los supermercados tradicionales hay que hacer cola, no es muy agradable", añade.

En la cadena de panaderías Wedome, cerca de 300 tiendas tienen terminales de reconocimiento facial, explica Bo Hu, y prevén instalar 400 más.

Pero la nueva tecnología de pago también es una manera para los comercios de recolectar más datos personales.

"Esta tendencia en la venta al detalle está motivada por dos cosas, evitar los robos y obtener información sobre las preferencias de los consumidores", apunta Jeffrey Ding, un investigador de la universidad de Oxford.

El reconocimiento facial forma parte de una campaña nacional más amplia para convertir a China en líder de las altas tecnologías.

"Hay un gran riesgo de que el Estado utilice estos datos para sus propias necesidades de vigilancia, de control o de persecución de disidentes", advierte Adam Ni, un investigador sobre China de la universidad Macquarie de Sídney.

Para los partidarios de esta tecnología, al contrario, no hay nada que temer.

"El reconocimiento facial ayuda a garantizar la confidencialidad", asegura Li Dongliang, un ingeniero de IFuree.

Sin embargo, los consumidores parecen tener otras preocupaciones. Según un sondeo de la web de información Sina, el 60% de las personas interrogadas consideran que su cara aparece "fea" en la pantalla del escáner. Para resolverlo, Alipay anunció que su cámaras permitirán en el futuro usar "filtros de embellecimiento"

PEKÍN. En China los consumidores ya no necesitan tarjeta de crédito para pagar sus compras, ni siquiera un teléfono móvil: les basta con escanear su rostro, una tecnología que triunfa en el gigante asiático.

China ya está muy avanzada en los pagos con teléfono móvil, pero el reconocimiento facial, desplegado a nivel nacional, ha dejado atrás a otros sistemas como los códigos QR.

"Ya no hace falta llevar consigo el teléfono. Uno puede salir de compras sin llevar nada", dice Bo Hu, el director de servicios informáticos de la cadena chinade panaderías Wedome.

Esta marca, muy conocida, que vende productos occidentales adaptados al gusto chino, utiliza sistemas de reconocimiento facial en un centenar de puntos de venta.

"Pagar sin nada no era posible al principio de los pagos móviles [con códigos QR], pero hoy sí gracias al auge del reconocimiento facial", explica.

Esta tecnología ya se usa en China para comer en los restaurantes de comida rápida KFC, para encontrar a fugitivos entre la muchedumbre, localizar a personas que cruzan la calle fuera de los pasos de peatones o para desbloquear un ordenador.

También se usa a gran escala en la región de Xinjiang (noroeste), donde la población, mayoritariamente musulmana está bajo intensa vigilancia tras una serie de atentados.

Para pagar en un comercio, los consumidores tienen que suministrar una fotografía de su cara a su cuenta bancaria o a un sistema de pago móvil. Una vez en la tienda sólo tienen que presentarse ante un escáner especial.

Alipay, el líder chino del pago móvil, lidera este mercado con máquinas instaladas en cien ciudades del país.

La empresa ve un enorme potencial de crecimiento y prevé invertir en tres años unos 3.000 millones de yuanes (380 millones de euros) para mejorar su tecnología, llamada "Smile-to-Pay" ("Sonría para pagar").

Tencent, su competidor, que gestiona la aplicación de mensajería WeChat, con 600 millones de usuarios, presentó en agosto un nuevo terminal de pago llamado "Frog Pro".

"El pago por reconocimiento facial tiene potencial para generalizarse gracias al impulso de los principales actores del pago móvil", señala Mengmeng Zhang, un analista de la consultora de Hong Kong Counterpoint.

Las pantallas en la calle encuentran a fugitivos entre la muchedumbre / Foto: AFP

"Alipay gasta miles de millones para difundir esta tecnología subvencionando a los vendedores y dando recompensas financieras a los consumidores que la utilizan", añadió.

En Tianjin, una gran ciudad a 120 kilómetros al sureste de Pekín, el supermercado IFuree, que funciona sin cajeras, también propone el reconocimiento facial.

Una cámara 3D escanea los rostros de las personas que entran en la tienda. En el momento de pagar, los clientes escanean ellos mismos sus artículos y luego vuelven a escanear su rostro. El precio queda de inmediato deducido de su cuenta bancaria.

"Es práctico porque se pueden comprar cosas muy rápidamente", dice Zhang Liming, una jubilada. "En los supermercados tradicionales hay que hacer cola, no es muy agradable", añade.

En la cadena de panaderías Wedome, cerca de 300 tiendas tienen terminales de reconocimiento facial, explica Bo Hu, y prevén instalar 400 más.

Pero la nueva tecnología de pago también es una manera para los comercios de recolectar más datos personales.

"Esta tendencia en la venta al detalle está motivada por dos cosas, evitar los robos y obtener información sobre las preferencias de los consumidores", apunta Jeffrey Ding, un investigador de la universidad de Oxford.

El reconocimiento facial forma parte de una campaña nacional más amplia para convertir a China en líder de las altas tecnologías.

"Hay un gran riesgo de que el Estado utilice estos datos para sus propias necesidades de vigilancia, de control o de persecución de disidentes", advierte Adam Ni, un investigador sobre China de la universidad Macquarie de Sídney.

Para los partidarios de esta tecnología, al contrario, no hay nada que temer.

"El reconocimiento facial ayuda a garantizar la confidencialidad", asegura Li Dongliang, un ingeniero de IFuree.

Sin embargo, los consumidores parecen tener otras preocupaciones. Según un sondeo de la web de información Sina, el 60% de las personas interrogadas consideran que su cara aparece "fea" en la pantalla del escáner. Para resolverlo, Alipay anunció que su cámaras permitirán en el futuro usar "filtros de embellecimiento"

República

A casi 48 horas, la México-Querétaro sigue con tráfico de más de 10 km

Las filas de vehículos ya superan la caseta de Tepotzotlán y se extienden hasta Cuautitlán

Finanzas

Paquete Económico 2025 prioriza desarrollo compartido y reducción de déficit: Hacienda

El titular de la SHCP dijo que se busca disminuir al mínimo la diferencia entre los recursos que se generan y los gastos que se hacen desde el gobierno

Metrópoli

Volcadura de camión de pasajeros en la México-Cuernavaca deja al menos 30 heridos

El chofer huyó del lugar en cuanto observó la magnitud del accidente

Finanzas

Inflación desacelera en la primera quincena de noviembre

El reporte del Inegi señala que los productos con mayor baja en sus precios durante la primera mitad del mes fueron las calabacitas y el limón

México

En el limbo, 15 mil millones de datos públicos con extinción del Inai: Adrián Alcalá

La Plataforma Nacional de Transparencia, cuyo destino no se ha definido tras la extinción del Inai, debe mantenerse para consultas históricas, dice el comisionado

Metrópoli

Casi 2 mil capitalinos opinaron sobre los aspirantes a la fiscalía

Candidatos quieren mejorar los tiempos de espera para denunciar y bajar carga de trabajo del personal