CHRISTCHURCH. Un juez de Nueva Zelanda imputó ayer a un adolescente dos cargos por distribuir las imágenes del atentado en las dos mezquitas de Christchurch, que fue retransmitido en directo por el asaltante a través de la red social Facebook.
El joven, de 18 años, también fue imputado por publicar material diverso la semana previa al atentado, incluidas imágenes de la mezquita con las palabras "objetivo identificado" y mensajes que alentaban a la violencia.
El adolescente fue detenido después del asalto del viernes y a raíz de la investigación abierta, confirmó la Policía, que calificó su implicación en el suceso de "tangencial".
Se trata de una de las tres personas que permanece bajo custodia policial.
El tercer detenido es un hombre que fue arrestado armado dentro de su coche, cerca del cordón policial dispuesto alrededor de una de las mezquitas, y que ha sido imputado por posesión de armas.
La policía considera que tanto éste como el joven no tienen ninguna implicación en el atentado Y confirmó que éste fue perpetrado por una sola persona, el australiano Brendon Tarrant, quien viajó nueve días a Israel en 2016, y en diez años viajó a Francia, España, Portugal, Grecia, Turquía, Bulgaria y los Balcanes.
Facebook indicó ayer que durante las 24 horas posteriores al ataque, en el que murieron 50 personas y otras 50 resultaron heridas, retiró 1.5 millones de vídeos en todo el mundo, 1.2 millones de ellos bloqueados cuando eran cargados.
Pero pese a ello crecen las críticas a redes sociales que no supieron impedir su difusión en todo el mundo. Las muestras de descontento -de políticos, editorialistas, anunciadores que amenazan retirarse de Facebook- crecen tras la difusión, fácilmente accesible, de las imágenes de la matanza.
Pese a los llamados a no compartirlos, y las órdenes emitidas por las autoridades, los 17 minutos de video se expandieron rápidamente en la red, y se podían hallar fácilmente horas después del ataque.