ROMA, Italia. (OEM-Informex).- El problema no es nuevo y atañea la entera comunidad internacional, es decir, el de lamalnutrición. Un grave problema que afecta a más de un tercio dela población mundial, que se acerca a los 7 mil 500 millones deseres humanos. De tal manera, la FAO (Organización de las NacionesUnidas para la Agricultura y la Alimentación), subrayó que los 10años que quedan hasta 2025 serán decisivos para elaborar yaplicar sistemas alimentarios sostenibles que permitan poner fin ala malnutrición en todas sus formas.
Se trata de uno de los muchos plazos establecidos por lasNaciones Unidas para terminar con esta y otras plagas, con laesperanza de que, finalmente, los países miembros de estaorganización pongan en marcha, a nivel local e internacional, lasestrategias al respecto.
Por lo pronto, el director general de la FAO, José Graziano daSilva, recordó a los Gobiernos los compromisos asumidos en laSegunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) en 2014,instándolos a transformarlos en acciones concretas a través depolíticas y programas nacionales. “Una mejor gobernanza de lanutrición a nivel mundial comienza a nivel de cada país”,precisó Da Silva.
En este contexto, la FAO ha instaurado una importante sinergiacon la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lucha contraeste problema, con un plan de trabajo centrado en la promoción dealimentos y dietas saludables a través de la educaciónnutricional y la transformación de los sistemas alimentarios,agregó el “número uno” de la FAO.
Hoy en día, recuerda la FAO, una de cada tres personas en elmundo –casi 2 mil 500 millones- sufre de al menos una forma demalnutrición, que va desde el hambre hasta la obesidad, pasandopor la falta de nutrientes vitales.
Además, alrededor de 160 millones de niños menores de cincoaños sufren retraso del crecimiento, lo que significa que tienenuna estatura muy baja respecto a su edad. Otros 50 millones deniños en esta franja de edad padecen también de emaciación, esdecir, tienen un peso inferior en relación con su estatura.
Al mismo tiempo, cerca de mil 900 millones de personas tienensobrepeso, de los cuales 600 millones son obesas.
Pero no solo; existe también un problema de género. Lamalnutrición afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñasque a menudo renuncian a los alimentos a favor de los miembrosmasculinos de la familia, o carecen de ingresos para asegurarseuna nutrición adecuada para ellas mismas. Según los últimosdatos, la subalimentación materna e infantil suponen un costo dehasta el 11 por ciento del PIB, ya que la malnutrición en losprimeros años de vida provoca irremediablemente problemas desalud en la edad adulta.
Por el contrario, los niños bien alimentados tienen un 33 porciento más de probabilidades de escapar de la pobreza al llegar aadultos. Para la FAO y la OMS, esto significa que invertir en lanutrición representa un importante potencial para romper losciclos de pobreza endémica e impulsar el desarrolloeconómico.
En todo este contexto, la FAO y la OMS se proponen colaborar conlos Gobiernos a elaborar políticas y programas nacionales quepromuevan la nutrición a nivel nacional.