El expresidente boliviano Jorge "Tuto" Quiroga dejó la función de delegado internacional para explicar la violación de derechos humanos en Bolivia, asignada por el gobierno transitorio de la presidenta Jeanine Áñez.
"Agradezco la delegación con la que me honró, la que hoy debo dejar para evitar que mis posiciones o acciones comprometan a su gobierno, al que solo usted debe representar", escribió Quiroga en una carta que remitió a Áñez y que luego publicó en Twitter.
Aunque Quiroga no explica las razones concretas de su alejamiento, en el texto señala que el desafío actual es "discutir una propuesta de país" y que en este año "demanda primero" que se converse en torno a aspectos como los "enormes desafíos" que se enfrentan, las propuestas que hay y la forma en que se hará.
"Todos tenemos la obligación de aportar, orientar y participar en esta conversación nacional", señaló en uno de los párrafos finales de su carta de dos páginas.
La designación de Quiroga (2001-2002) se efectuó el pasado 2 de diciembre como un canal para que el gobierno interino explique ante la comunidad internacional la situación de violencia que pasó Bolivia después de las elecciones del 20 de octubre y que persistió luego de la dimisión de Evo Morales el 10 de noviembre.
La tarea de Quiroga se enfocó principalmente es explicar los detalles sucedidos durante la crisis boliviana principalmente a entidades internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).
El expresidente boliviano ofreció también algunas entrevistas a medios extranjeros en los que además habló de lo que consideró la violación de los derechos humanos durante los casi catorce años de gobierno de Morales.
La presencia mediática de Quiroga menguó tras una rueda de prensa el pasado 26 de diciembre en la que cuestionó con fuertes calificativos al presidente Andrés Manuel López Obrador, y el proceder de su gobierno al otorgar asilo a Morales.
En aquel momento Bolivia y México afrontaban una fuerte tensión diplomática a causa de la presencia policial en dependencias de la residencia mexicana en La Paz, donde se encuentran asilados ex altos mandos del Gobierno de Morales, que fue calificada por el Gobierno del país norteamericano como un "asedio".