Varios misiles impactaron cerca de una base aérea iraquí donde están alojadas tropas estadounidenses, informó el ejército iraquí.
El ataque contra la base Camp Taji no causó víctimas, según el comunicado oficial, además se emplearon misiles Katiusha.
Desde finales de octubre las bases iraquíes con soldados estadounidenses han sufrido decenas de ataques.
El 27 de diciembre murió un subcontratista estadounidense, lo que provocó a su vez una dura réplica de Washington y la muerte mediante el ataque de un dron del general iraní Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds y principal responsable de las operaciones militares en el exterior.
El ataque iraní contra la base de Ain al Asad, utilizada por el ejército estadounidense, fue una respuesta al asesinato del poderoso general Qasem Soleimani.
La base atacada, situada en la provincia de Anbar, es una de las más grandes del país, con miles de soldados iraquíes, y algunas secciones son utilizadas por los mil 500 soldados estadounidenses que forman parte de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos.
Durante tres horas, unas cinco series de ataques de misiles balísticos impactaron la base, a intervalos regulares, sin embargo, ningún soldado estadounidense murió.