PARÍS, Francia. (OEM-Informex) – Una crisis sin precedentesestalló en Francia en la cúspide del Estado, debido alenfrentamiento entre el primer ministro Manuel Valls y elpresidente Francois Hollande sobre la candidatura que presentaráel Partido Socialista (PS) en la batalla por el Palacio Elíseo en2017.
El enfrentamiento entre los dos hombres alcanzó tal grado detensión, que algunos colaboradores del jefe del Estado anunciabanuna inminente “renuncia forzada” de Valls. Inclusiveanticipaban que su sucesor podría ser el actual ministro delInterior, Bernard Cazeneuve.
La agenda de Hollande para este lunes prevé una reunión por lamañana con Cazeneuve y un almuerzo con Valls a las 13 horas.
Hollande regresó anoche de Madagascar, donde había participadoen la cumbre de la francofonía y de inmediato se reunió con suscolaboradores de confianza en el Palacio del Elíseo (sede de lapresidencia) para analizar la situación. Varios ministros fielesal presidente le pidieron en las últimas horas, que ponga términoinmediatamente a las funciones de Valls en el llamado HotelMatignon (sede del primer ministro).
El enfrentamiento entre el jefe del Estado y su primer ministro,germinaba desde hace varios días cuando Valls intensificó lapresión para que Hollande abandone su proyecto de postularse a unnuevo mandato de cinco años o, por lo menos, precise rápidamentesus intenciones, a fin de aclarar la situación interna del PS.
Durante una reunión el martes pasado, ambos hombres seenfrentaron en términos particularmente duros.
Después de afirmar durante meses, que solo se presentaría siHollande abandonaba sus ambiciones de reelección, en los últimos15 días insistió repetidamente en decir que “reflexionaba”sobre la actitud que adoptará. Además lo criticó con extremaviolencia al decir que Hollande “se ridiculizó” con lapublicación del libro “Un presidente no debería decir eso…”Esas confidencias formuladas a dos periodistas “crearon unprofundo desarraigo en la izquierda”, dijo ayer en una entrevistaal Journal du Dimanche.
Esas declaraciones constituyeron un paso determinante de suofensiva, al no descartar la posibilidad de enfrentar a Hollande enlas elecciones primarias del PS, previstas para el 22 y 29 de enerode 2017. El periodo de inscripción para esa decisiva batallapolítica expira el 15 de diciembre.
En esa entrevista, Valls se declaró decidido a "romper" laactual “dinámica negativa” que puede llevar a la izquierda auna derrota en 2017.
"Siempre he luchado por el progreso, la justicia social, laautoridad. Y lo seguiré haciendo", contestó al preguntarle, sirespaldaría una eventual candidatura de Hollande, que anunciarásu decisión en diciembre.
Detrás de esa ofensiva se alineó el presidente de la AsambleaNacional, Claude Bartolone: “Si [Valls y Hollande) creen quetienen un proyecto para Francia y algo que decir a los franceses,que vayan a las primarias”, dijo.
La decisión de Hollande —que en principio debería seranunciada esta semana— condiciona también la posición queadoptará la ex ministra de Justicia, Christiane Taubira. Hasta elmomento, por lo menos cinco candidatos declararon oficialmente susintenciones: los ex ministros Arnaud Montebourg (Economía eIndustria) y Benoit Hamon (Educación), la senadora Marie NoëlleLienemann, el inspector de trabajo Gérard Filoche y el ecologistaFrancois de Rugy.
“En esta crisis hay algo de vicioso. Si [Valls] quierepresentarse, que renuncie a su cargo. Pero no puede ser primerministro y candidato contra el presidente de la República”,comentó Montebourg.
En ese marco de extrema tensión, las próximas horas serándecisivas para Hollande, Valls, el PS e -in fine- para el futuro deFrancia.