MOSCÚ, Rusia. La polémica ley que obliga a los operadores de telefonía a grabar y almacenar durante seis meses todas las conversaciones de sus ciudadanos entró en vigor ayer en Rusia.
A partir del próximo 1 de octubre, la aplicación de la ley se extenderá a los operadores de internet, que deberán guardar durante medio año todo el tráfico de internet de usuarios privados (mensajes escritos y de voz, fotos, vídeos, etcétera) difundido durante los últimos 30 días.
La ley, muy criticada tanto por operadores como por usuarios, fue promulgada hace dos años dentro de un paquete de reformas legales con el pretexto de la lucha antiterrorista.
Las compañías de telefonía móvil y los proveedores de internet afectados (redes sociales, servicios de mensajería e incluso tiendas de compra en línea, entre otros), han advertido de que poner en práctica la normativa costará mucho más de decenas de miles de millones de dólares.
Anteriormente, las autoridades rusas prohibieron el funcionamiento del servicio de mensajería Telegram en el país. La ley exige a todos los servicios de mensajería entregar las claves para descifrar los mensajes de sus usuarios, pero Telegram se negó a hacerlo.