MOSCÚ. El presidente Vladímir Putin lanzó un grito de guerra a los rusos en una gran manifestación en Moscú para que apoyen a las fuerzas armadas que luchan en Ucrania, el mismo día en que dio la bienvenida al principal diplomático de China, Wang Yi afirmando que las relaciones habían alcanzado “nuevas fronteras” en medio de la preocupación de Estados Unidos de que Pekín pueda proporcionar apoyo material a la invasión rusa.
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Putin dio la bienvenida al Kremlin al diplomático chino y le dijo que el comercio bilateral es mejor de lo esperado y pronto podrían alcanzar los 200 mil millones de dólares anuales, frente a los 185 mil millones de 2022.
“Esperamos una visita del presidente de la República Popular China a Rusia, lo hemos acordado”, dijo Putin a Wang. “Todo está progresando, desarrollándose. Estamos alcanzando nuevas fronteras”.
Wang dijo a Putin que las relaciones entre ambos países habían resistido la presión de una situación internacional volátil y que las crisis ofrecen ciertas oportunidades.
La relación entre China y Rusia, dijo Wang a través de un intérprete, no está dirigida contra terceros, pero tampoco “sucumbirá a la presión de terceros”, en clara alusión a Estados Unidos. “Juntos apoyamos la multipolaridad y la democratización de las relaciones internacionales. Esto responde al curso del tiempo y de la historia; también responde a los intereses de la mayoría de los países”.
En el encuentro, Wang expuso ideas para una “solución política” del conflicto, anunció el Kremlin en un comunicado.
Antes del primer aniversario de la invasión rusa, China ha lanzado una ofensiva de diplomacia para ganar la narrativa sobre su papel en el conflicto, tratando de desmarcarse de las acusaciones de que se ha puesto del lado de Rusia mientras acusa a Estados Unidos de cambiar el conflicto en una guerra “por poderes”.
“Es evidente para el mundo ver quién está llamando al diálogo y luchando por la paz y quién está echando leña al fuego, repartiendo cuchillos e instigando la hostilidad”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
Cuando Xi se reunió con Putin justo antes de que Rusia enviara tropas a Ucrania, sellaron una asociación “sin límites” que desató la preocupación en Occidente.
China es el mayor comprador de petróleo ruso, una de las fuentes clave de ingresos para las arcas estatales de Moscú.
Los posibles suministros de armas chinas a Rusia amenazarían con una posible escalada de la guerra de Ucrania hacia un enfrentamiento entre Rusia y China, por un lado, y Ucrania y la alianza militar de la OTAN liderada por Washington, por otro.
EU advierte a Pekín
Después de la reunión de Putin con Wang Yi, el Pentágono advirtió que habrá “consecuencias” para China si ahonda aún más sus relaciones con Rusia.
La portavoz del Departamento de Defensa de EU, Sabrina Singh, indicó que China se arriesga a “un error de cálculo” si proporciona “ayuda letal a Rusia”.
Más tarde, el presidente ruso asistió a un concierto patriótico en el estadio Luzhnikí de Moscú, donde defendió la operación en Ucrania y apeló a la unidad y orgullo de los rusos.
“Hoy, la jerarquía (militar) me ha dicho que se está luchando en nuestras tierras históricas por nuestro pueblo”, dijo Putin ante unas 200 mil personas que ondeaban banderas nacionales.
Putin dirigió a la multitud al grito de “Rusia” y dijo que todo el país apoyaba a los soldados que llevan a cabo lo que el Kremlin denomina una “operación militar especial” en Ucrania.
Al mismo tiempo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, culminó su gira europea con una reunión en Varsovia con líderes del flanco este de la OTAN, en otra demostración de unidad transatlántica contra Rusia.
Biden habló al comienzo de una reunión con los líderes de nueve países de la OTAN, donde prometió salir en su defensa si son invadidos.
“Como parte del flanco este de la OTAN, ustedes están en primera línea para nuestra defensa colectiva. Ustedes saben mejor que nadie lo que nos jugamos en este conflicto, no solo por Ucrania, sino por la libertad de las democracias en toda Europa y alrededor del mundo”.
Sin embargo, la unidad se vio resquebrajada después de que los países de la Unión Europea no lograron ayer ponerse de acuerdo sobre un nuevo conjunto de sanciones contra Rusia y convocaron más conversaciones para tener listo el paquete el viernes.
Desde el inicio de la guerra, los bombardeos rusos han demolido ciudades enteras y destruido las infraestructuras energéticas de Ucrania.
Pero las fuerzas rusas ha experimentado numerosos reveses en el este, que trata de compensar con la toma de la ciudad de Bajmut, asediada y machacada por las bombas desde hace semanas.
Putin apostaba por una guerra rápida, pero se topó con una encarnizada resistencia, respaldada por las entregas de armas y la ayuda financiera occidental.
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Ayer en la ONU, el secretario general, Antonio Guterres denunció que la invasión rusa de Ucrania supone una “afrenta a nuestra conciencia colectiva”, en el inicio de la Asamblea General del organismo en la que Kiev y sus aliados esperan el apoyo masivo a una resolución que pide una “paz justa y duradera”.
Los occidentales están “dispuestos a arrastrar al mundo entero al abismo de la guerra para infligir una “derrota estratégica” a Rusia, respondió en la tribuna de la ONU el embajador ruso Vassili Nebenzia.
