PARÍS, Francia. Cuatro premios Nobel y unas 20 personalidades internacionales apelaron a los presidentes Donald Trump, Vladimir Putin y otros 60 jefes de Estado a firmar un “pacto por la información y la democracia”.
Ese documento, promovido por iniciativa de la ONG de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF), obtuvo las firmas de los economistas Amartya Sen y Joseph Stiglitz, el escritor Mario Vargas Llosa, la abogada iraní Shirin Ebadi, militante de los derechos humanos y en especial de la causa de las mujeres, y Hauwa Ibrahim (ganadora del Premio Sakharov).
Entre los signatarios figuran igualmente el ensayista estadounidense Francis Fukuyama, el historiador polaco Adam Michnik, el expresidente senegalés Abdou Diouf, el militante chino por los derechos humanos Teng Biao y el periodista turco Can Dündar.
El objetivo de esa declaración solemne consiste en “establecer garantías democráticas en el espacio mundial de la comunicación y la información”.
Ese llamado, oficialmente divulgado este lunes en París a las 6 de la madrugada (23 horas del domingo tiempo de México), apela a los líderes mundiales a “lanzar un proceso político” para que dentro de un año se puede firmar un pacto que establezca “garantías democráticas sobre la información y la libertad de opinión”.
Todos los líderes invitados a participar en ese esfuerzo, incluyendo Putin y Trump, asistirán al Foro de París por la Paz que se realizará del 11 al 13 de noviembre para conmemorar el final de la Primera Guerra Mundial.
La iniciativa de RSF coincide también con el 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ese documento adoptado en París en 1948 dio origen a la “Declaración internacional sobre la Información y la Democracia”, que establece los principios fundamentales del espacio mundial de la comunicación y la información, y define esos principios como un “bien común de la Humanidad”.
El documento que podría servir de base a los trabajos, propicia un “derecho a la información veraz, el respeto de la vida privada y la transparencia de los poderes públicos.
También propone la creación de un “grupo internacional de expertos sobre información y democracia”, similar a lo que representa el GIEC para las cuestiones climáticas”. Uno de los capítulos más significativos es su pedido a los gigantes de internet a que “respeten los principios fundamentales”, “garantizar el pluralismo” y adoptar “mecanismos para promover una información veraz”.
El llamamiento de 2 mil 042 palabras -en su versión española- traduce la inquietud de esas personalidades por las amenazas que pesan sobre “las libertades, la concordia y la paz”, debido al “control político sobre la prensa y los medios” que provocan la “desinformación masiva en línea, los actos violentos contra reporteros y editores, y el debilitamiento del periodismo de calidad”.