El presidente estadounidense Donald Trump dijo que los centros de detención de migrantes, cuyas condiciones precarias y de hacinamiento fueron objeto de críticas en los últimos días, abrirán sus puertas a periodistas.
"Empezaré a mostrar algunos de estos centros de detención a la prensa. Quiero que la prensa entre y los vea", dijo el mandatario a periodistas en Morristown, New Jersey.
"Dejaremos a algunos periodistas que ingresen porque están atestados", agregó.
Sus comentarios llegan luego de que The New York Times y The El Paso Times publicaran el sábado un artículo que describía una estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, desbordada por cientos de niños vestidos con ropa sucia y encerrados en celdas llenas de enfermedades.
Trump lo calificó de "engaño".
"El hedor de la ropa sucia de los niños era tan fuerte que se extendió a la propia ropa de los agentes. La gente de la ciudad apretaba sus narices al pasar por allí al salir del trabajo. Los niños lloraban constantemente", dice la publicación.
"Una chica parecía querer suicidarse, por lo que los agentes la hicieron dormir en un catre frente a ellos, para tenerla a la vista mientras procesaban a los recién llegados", agrega.
El artículo se hizo eco de un informe de control del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) publicado la semana pasada que advirtió sobre "hacinamiento peligroso" en varios centros de detención, donde son detenidos miles de migrantes que en general huyen de la violencia y la pobreza, y buscan permanecer en Estados Unidos.
Legisladores demócratas que también visitaron los centros de detención informaron sobre una aglomeración masiva en celdas, sin agua corriente, donde ni niños ni adultos tenían acceso a medicamentos, y no se duchaban por hasta dos semanas.
En un tuit, Trump había dicho que "si los inmigrantes ilegales no están contentos con las condiciones en los centros de detención construidos o reacondicionados rápidamente, díganles que no vengan. ¡Problema resuelto!".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acordó el mes pasado tomar medidas enérgicas contra los migrantes indocumentados y desplegó a decenas de miles de miembros de la Guardia Nacional para reforzar sus fronteras después de que Trump amenazara con imponer aranceles a las importaciones mexicanas.
La autoridad nacional de migración de México informó la semana pasada que las deportaciones habían aumentado un 33% en junio, mientras que el DHS dijo que espera una caída del 25% en el número de migrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos y México el mismo mes.