LONDRES, Inglaterra. Dos de los vicepresidentes del Partido Conservador británico, Ben Bradley y Maria Caulfield, presentaron su dimisión en desacuerdo con la política adoptada por la primera ministra, Theresa May, de cara al "brexit".
Los dos vicepresidentes de los "tories" se unen así, aunque con puestos de menor responsabilidad, a la tanda de dimisiones que el pasado domingo inició el ministro para el Brexit, David Davis.
Horas después presentó también su renuncia el titular de la cartera de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ambos por los mismos motivos de discrepancia con May respecto al Brexit.
Previamente, la primera ministra británica, Theresa May, actuó para reafirmar su autoridad, tras la renuncia de los destacados miembros de su gabinete en medio de ataques a sus planes de Brexit, logrando el apoyo de muchos de sus ministros, incluido un destacado euroescéptico. May dijo que presidió una reunión "productiva" de su gabinete, sin dejarse influir por la dimisión de Johnson y Davis, que sacudieron a su gobierno.
Entre los que respaldaron a May resalta el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove -un destacado defensor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea junto a Johnson en el referendo de 2016-, quien aseguró que no renunciará.
A falta de menos de nueve meses para que Reino Unido abandone el bloque, May sigue defendiendo su plan de un Brexit "amistoso con los negocios".
Todo parece indicar que su postura provocará una mayor rebelión en su Partido Conservador, donde los seguidores de línea dura del Brexit están molestos con sus planes de negociar "una zona de libre comercio de bienes" con la UE, lo que será mala política para el país y el partido y traerá como consecuencia que el líder laborista acabará siendo primer ministro.