La comunidad mexicana que carece de documentos en los Estados Unidos: 11 millones de personas, ven como día a día se diluyen las promesas del presidente Joe Biden de su regularización. Y se corre el riesgo que como con el presidente Obama, no ocurra nada.
“La gente ya está hastiada de que el tema de los trabajadores inmigrantes se utilice para negociar otras agendas”, afirmó el líder del Frente Nacional de Inmigrantes y activista, Carlos Arango.
“El Plan C de los demócratas, es una propuesta diluida. La rechazan los sectores más progresistas del Movimiento Migrante, toda vez que no contempla la regularización y el camino a la ciudadanía de los indocumentados, sino otorga un permiso de 5 años, como trabajadores temporales, sin ningún beneficio, salvo poder entrar y salir del país para visitar a familiares”, dijo a El Sol de México.
“No hay ninguna garantía. Es tratar a la comunidad mexicana como personas de segunda clase. No es una solución. Biden hizo la promesa de otorga residencia permanente con camino a la ciudadanía a 11 millones de indocumentados”, recordó.
“Es una deuda histórica con las personas que se vieron obligadas a inmigrar a los Estados Unidos como consecuencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, dijo.
Consideró que sin embargo, “día con día la promesa se desvanece para presentar un programa de trabajadores temporales”.
Cabría decir, dijo el líder Arango, “que el Senado no tiene apetito de una reforma migratoria y muchos demócratas conservadores tampoco apoyan el tema”.
En entrevista, recordó que los demócratas progresistas se inclinaban por votar en contra del Plan de Infraestructura, por 1 billón de dólares, síno se incluía la reforma migratoria.
“Pero ahora resulta que el paquete se partió a la mitad y la única arma que tienen es convencer al Congreso de los beneficios y contribucione slaborales y económicas de los 11 millones de indocumentados “.
Luego advirtió: Cualquiera que sea el resultado, se puede decir que los demócratas claudicarán de antemano. “Es un costo político que es mejor que lo empiecen a medir”.
Y todo ocurre cuando se conmemoran los 35años de la aprobación de la Amnistía de1986, con el presidente republicano Ronald Reagan, que en inglés se conoce como Inmigration Reform and Control Act, “que amnistió a 3 millones de personas y que por lo menos, la mitad se naturalizó estadounidense”.
“Ahora, somos una moneda de cambio, el último asiento del camión”, lamentó.
Comentó además que la primera parte de la propuesta presupuestal del presidente Biden se aprobó y la segunda que contempla todo el aspecto social, en la que están por aprobarse 1.85 billones de dólares para reforzar los programas de salud, las familias y el cambio climático, se votara otro día.
“Se ignora sí se incluiría el tema de inmigración que ya en dos ocasiones se ha rechazado por la parlamentaria apartidista Elizabeth Mac Donough”.
Refirió que por la conmemoración del Día de los Veteranos, los congresistas no están en Washington. Y probablemente se discuta hasta diciembre.
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Y sobre el mensaje este martes en Nueva York, del presidente Andrés López Obrador a la comunidad mexicana, de que hablará con su homólogo Joe Biden, recordó Carlos Arango que no es asunto delEjecutivo estadounidense sino del Congreso y que los legisladores demócratas, como Jesús “Chuy” García, sigan en la pelea.
“Se necesita más presión de los congresista”, consideró el líder delFrente Nacional de Inmigrantes”.