El régimen del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, intensificó la persecución contra las figuras opositoras que conforman un bloque para elegir al próximo candidato presidencial de las elecciones de noviembre en el país centroamericano.
Juan Sebastián Chamorro, uno de los ocho precandidatos por Alianza Ciudadana, conformado por la unión de partidos opositores al contra el gobierno de Ortega, es otro de los miembros que buscan sacar del poder al actual presidente y que también se mantiene bajo arresto domiciliario en la capital del país centroamericano.
➡️ SIP insta al presidente de Nicaragua a detener acoso gubernamental contra periodistas
“También tengo casa por cárcel… Llevo ocho meses sin poder salir de mi casa, sin poder moverme en Managua sin que la Policía Nacional me persiga en patrulla”, denunció para El Sol de México el sobrino de la expresidenta Violeta Chamorro.
En videos compartidos para El Sol de México, el precandidato presidencial es abordado por elementos de la Policía Nacional y se le informa que no puede abandonar su domicilio por orden judicial.
En los últimos días, miembros de la oposición han sido detenidos por el régimen sandinista. El pasado miércoles fue puesta bajo arresto domiciliario la principal figura de la oposición, Cristiana Chamorro, acusada de lavado de dinero, y actualmente se encuentra incomunicada, mientras que este sábado también fue detenido en el Aeropuerto Internacional "Augusto C. Sandino" el académico Arturo Cruz, otro aspirante presidencial que regresaba de una gira en Estados Unidos.
“Ya somos tres candidatos que estamos en esta situación de detención y no descartó ninguna otra medida que pueda cometerse contra mi persona por eso hay que ir tomando algunas precauciones”, acusó Sebastián Chamorro.
➡️ Cristiana Chamorro Barrios, incomunicada y bajo vigilancia policial en Nicaragua
El economista agregó que la dictadura de Ortega se está encargando de oprimir a todos sus rivales, se está ensañando con el liderazgo opositor para cerrar las puertas a cualquier proceso electoral de la manera más ilegal, abusiva e ilícita posible.
Sostiene que todos los precandidatos son víctimas de intimidaciones, no solo de la policía, sino de grupos parapoliciales y civiles armados allegados a los sandinistas que tratan de acallar el movimiento opositor.