El Cairo.- Los aviones no tripulados se están convirtiendo en el arma predilecta para lanzar ataques a gran distancia y anónimos en Oriente Medio, donde han irrumpido recientemente en los cielos de Irak y amenazan con renovar las tensiones entre Israel y el grupo chií Hizbulá en el Líbano.
Dos drones se estrellaron ayer en el sur de Beirut, en el feudo del grupo chií Hizbulá, que responsabilizó del ataque a su acérrimo enemigo, Israel, acusaciones de las que se hizo eco el Gobierno y el Ejército libaneses.
A pesar de que no es la primera vez que Israel emplea drones de reconocimiento en el Líbano, el líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, aseguró ayer que a partir de ahora sus milicianos se enfrentarán a ellos y los derribarán.
Nasralá subrayó que los aviones no tripulados "ya no son para recopilar información", sino para realizar "ataques, explosiones y asesinatos", como sucedió este domingo con un dron "suicida".
Pocas horas después, en la madrugada del lunes, otro supuesto ataque israelí tuvo como objetivo una base del Frente Popular para la Liberación de Palestina en el este del Líbano, junto a la frontera siria, que algunos medios locales han atribuido también a drones.
Los drones también están sembrando el miedo y la duda en los cielos de Irak, donde este mes se han registrado varios ataques contras las milicias chiíes progubernamentales Multitud Popular, aunque se desconoce quién está detrás de los mismos.
Ayer la agrupación de milicias vinculada a Irán responsabilizó a Israel del último ataque con aviones no tripulados contra una de sus posiciones cerca de la frontera con Siria, que causó ayer la muerte de uno de sus combatientes.
Si bien el vicepresidente del grupo, Abu Mahdi al Mohandes, había acusado anteriormente a Estados Unidos de haber lanzado ataques con aparatos israelíes, hasta este domingo la Multitud Popular no había apuntado oficialmente a Tel Aviv.
Desde el mes de julio se han registrado explosiones en depósitos de armas y posiciones de las milicias aledañas a bases militares, donde un número de sus combatientes y civiles han perecido, y que se sospecha que podrían haber sido provocadas por drones cuyo origen se desconoce.
El Gobierno iraquí, que mantiene un delicado equilibrio en sus alianzas estratégicas con Washington y Teherán, y recibe la ayuda militar de ambos, aseguró hoy que "tomará todas las medidas diplomáticas para repeler cualquier acción que amenace la paz del país".
En Oriente Medio, el Yemen es el país que ha visto más ataques con drones, en primer lugar los perpetrados por EEUU contra la red terrorista Al Qaeda en ese país de la península Arábiga desde hace años.
Los rebeldes hutíes, que desde 2014 le disputan el poder al Gobierno y controlan la capital y zonas del norte y el oeste del país, también emplean los aviones no tripulados para atacar a sus enemigos más lejanos e intocables: Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Ambos países forman parte de la coalición militar que interviene en el Yemen desde marzo de 2015 y que bombardea a los rebeldes chiíes, en apoyo del Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
Los hutíes, acusados de recibir apoyo militar de Irán, han intensificado sus ataques con drones contra territorio saudí en los pasados meses, en los que han realizado decenas de incursiones en el país vecino con estos aparatos, que aseguran que son de fabricación local y con una tecnología avanzada.
Ayer los rebeldes han afirmado haber golpeado un "importante objetivo militar" en Riad con aviones no tripulados Samad 3, después de haber anunciado ayer el lanzamiento de diez misiles de medio alcance contra el sur del reino.