TORONTO. El creciente movimiento separatista que ha explotado en el oeste de Canadá tras las elecciones generales del 21 de octubre y la eterna amenaza de los independentistas de Quebec, en el este, amenazan con desgarrar el país.
Hoy, Peter Downing, fundador y líder del grupo separatista Wexit Alberta, ofreció a los diputados elegidos en los últimos comicios en las provincias occidentales de Alberta y Saskatchewan que abandonen sus partidos y se unan a su formación.
"Todos los diputados de Alberta y Saskatechwan deberían abandonar sus partidos y unirse ya a Wexit. Nuestra oferta no durará para siempre", escribió Downing en su cuenta de la red social Twitter.
Aunque es improbable que alguno de los 34 diputados de Alberta y los 14 de Saskatchewan "acepte" la oferta de Downing, el mensaje del líder de Wexit, un juego de palabras en inglés entre west (oeste) y exit (salida), es la última muestra del ímpetu del creciente separatismo del oeste canadiense.
Downing y su formación solicitaron este martes a las autoridades canadienses su registro como partido político a nivel federal bajo el nombre de Wexit Canadá, lo que les permitirá presentarse a la próxima elección, ya sea general o local, para el Parlamento.
Y a principios de mes, Downing, que apareció el martes en un mitín en la ciudad de Edmonton, en el norte de Alberta, con una gorra con el lema "Make Alberta Great Again" ("Hagamos a Alberta grande de nuevo", réplica modificada del lema electoral del presidente estadounidense, Donald Trump) y sobre un escenario en el que colgaba boca abajo una bandera de Canadá, solicitó al Gobierno de Alberta la celebración de un referendo separatista.
"Vamos a hacer por el oeste de Canadá lo mismo que el Bloque Quebequés (BQ) hace por Quebec", declaró Downing, un antiguo agente de la Policía Montada de Canadá.
Downing se refería a la formación política que representa al movimiento separatista de Quebec en el Parlamento canadiense.
El BQ es el brazo del Partido Quebeques (PQ), el partido soberanista que en 1980 y en 1995 organizó dos referendos separatistas en la provincia francófona situada en el este de Canadá, en el segundo y último de los cuales los partidarios de la independencia se quedaron a décimas de obtener más del 50 % de los votos.
Tras el referendo de 1995, el movimiento separatista quebequés ha atravesado momentos difíciles. El PQ sólo ha gobernado Quebec cinco de los últimos veinticuatro años y el apoyo a un nuevo referendo, incluso dentro de las filas separatistas, ha decaído.
Además, el interés se enfrió debido a una sentencia del Tribunal Supremo de Canadá que dejó claro en 1999 que Quebec no se podía separar unilateralmente y que sería necesaria la modificación de la Constitución y por la promulgación de la llamada Ley de la Claridad en 2000, que casi imposibilita nuevas consultas separatistas.
Pero en las elecciones del 21 de octubre, el BQ consiguió 32 diputados, 22 más de los que tenía, y se ha convertido en el tercer partido en la Cámara de los Comunes. Su líder, Yves-Francois Blanchet, ha dejado claro que su objetivo final sigue siendo obtener la independencia de Quebec.
Downing quiere replicar el éxito del Bloque Quebequés en el oeste del país, unificando bajo la bandera de Wexit Canadá las cuatro provincias del oeste: Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan y Manitoba.
Históricamente, el oeste de Canadá siempre ha considerado que el resto del país los menosprecia y que Ottawa obtiene más de estas provincias que lo que reciben a través del sistema de compensación fiscal, por el que los territorios más ricos transfieren recursos a los más pobres, normalmente en el este.