La catedral de Notre Dame de París "sigue en peligro" debido a la fragilidad de sus bóvedas y al riesgo de desplome de los andamios instalados en torno a la aguja antes del incendio, dijo el viernes al diario Le Parisien el arquitecto encargado de su renovación, Philippe Villeneuve.
"El monumento sigue en peligro en dos niveles: las bóvedas que aún pueden caerse y los andamios que pueden derrumbarse. No es algo pequeño... Hay entre 200 y 300 toneladas de acero", señaló el arquitecto jefe de la catedral, quien antes del incendio del 15 de abril había iniciado la restauración de la aguja que se derrumbó en el siniestro.
"Durante el incendio, los andamios no se cayeron. Pero los tubos se soldaron entre sí y se deformaron (...). Todo eso debilitó la estructura. En realidad es un milagro que siga en pie", añadió.
En tres semanas, una vez terminada la instalación de un piso provisional, comenzará una etapa de reforzamiento de los andamios. "Después de eso montaremos uno nuevo, de 50 metros" por el cual se podrá "cortar todos tubos, uno por uno". Villeneuve prevé completar esta fase en enero de 2020.
Posteriormente se reconstruirá la estructura que sostenía el techo de la catedral, una de las pérdidas irreparables causadas por el incendio que sufrió ese icónico templo. Aún se desconoce si será construirá en madera, como la original. "No estamos aún en esa etapa", dijo.
Philippe Villeneuve lamentó el atraso provocado por la suspensión de las obras de consolidación durante tres semanas después de que se detectaran índices elevados de concentración de plomo, al cual los niños son especialmente sensibles.
Lo más difícil es "conciliar el trabajo (...) con las reglas de protección de los trabajadores", dijo. Pero aseguró que la seguridad de los obreros está "garantizada". "Todos los meses realizamos análisis de sangre a los trabajadores para determinar los niveles de plomo en la sangre y nunca están por encima de la media".