La tensión aumentó el martes en el Open Arms, el barco de rescate varado en el sur de Italia, cuando 10 de los inmigrantes a bordo saltaron al mar y trataron de nadar hasta la orilla, según la ONG española que opera el barco.
El barco Open Arms, que lleva 19 días en el mar con casi 100 inmigrantes a bordo, está esperando a la salida del puerto de Lampedusa, pidiendo permiso para desembarcar a los migrantes, en su mayoría africanos, a pesar de la prohibición italiana de que atraquen barcos de rescate privados.
"Nueve personas se han lanzado al agua intentando llegar a la desesperada a la costa de Lampedusa. Nuestros socorristas y guardacostas italianos están intentando rescatarles. La situación está fuera de control", tuiteó el Open Arms.
Anteriormente, publicó un video de otro inmigrante que había saltado al agua y estaba nadando hacia la orilla, mientras la Guardia Costera Italiana salía a su encuentro.
"Día 19. Noche de pánico y un hombre al agua. La noche comenzaba por una evacuación médica urgente, y esa mañana un hombre ha saltado al agua intentando llegar a la tierra ante sus ojos. Entretanto, un ataque de pánico. La situación es desesperada. Se nos acaban las palabras", tuiteó el Open Arms.
El hombre que se lanzó al agua, de nacionalidad siria, fue rescatado por las autoridades italianas y, según la televisión española, trasladado a Lampedusa.
Decenas de migrantes han sido llevados a tierra desde que el barco entró en aguas italianas alegando que eran menores de edad o estaban enfermos. Los demás siguen durmiendo hacinados en la cubierta y comparten dos baños. Open Arms dice que algunos sufren tendencias suicidas.
El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, sugirió el martes que la organización está exagerando los problemas a bordo. De los ocho migrantes que fueron llevados a tierra el lunes por la noche para recibir atención médica urgente, dijo, sólo dos tenían problemas de salud.
"Nunca volveré atrás (sobre la prohibición)", dijo a Radio 24.